Para los especialistas, no hay duda que con la tecnología LED se pueden conseguir mayores niveles de concentración de luz y que está evolucionando a gran velocidad. Según Angélica Córdova, Gerente Comercial de Darco, estudios recientes indican que algunos LEDs se acercan, en intensidad luminosa, a focos halógenos de 50W. "Hace muy poco tiempo, incluso, se presentó al mundo el LED más luminoso del mercado, comparable a una lámpara de 60W (por unidad). Es un salto tecnológico de la llamada luz sólida, donde un solo LED proporciona 900 lúmenes". Especialmente en aplicaciones direccionales, los LEDs tienen mayor luminosidad, lo que Luis Carrillo, Gerente General Lighting & Industrial Chile, Perú y Bolivia de GE Consumer & Industrial Latinoamérica, grafica en el siguiente ejemplo: "Si tomamos una bombilla de reemplazo LED PAR20, equivalente a una incandescente R20, ambas con un ángulo de apertura de 20 grados, observamos que la bombilla LED -debido a su diseño óptico que concentra el haz de luz en un punto, evitando la pérdida de luz y aumentando el flujo luminoso en el centro (CBCP)- obtiene un flujo luminoso de 1.200 candelas, mientras que en la incandescente el flujo alcanzado es de 230 candelas". Además, la iluminación LED posee una gran flexibilidad cromática y direccional, lo que se traduce, de acuerdo a Christof Riegel, Gerente de Ingeniería de KOLFF, en la capacidad de iluminar con distinto color, intensidad y ángulo diferentes zonas dentro de un mismo recinto. Concordando con lo anterior, Juan Carlos Rodríguez, Desarrollos LED de Casa Keim, explica que los LEDs, al ser diodos que emiten luz en una longitud de onda y ángulo específicos, lo hacen en forma directa y con más brillo que los demás tipos de iluminación, es decir, son más efectivos con respecto al área que se requiera iluminar. En este sentido, Eduardo Verdugo, Gerente de Iluminación y Proyectos de Kersting, asegura que la industria está desarrollando equipos de mucho brillo y luz. "La tecnología incandescente, en cambio, no se ha desarrollado más, e incluso en algunos países hay fecha para limitar el uso de este tipo de ampolleta en el futuro", indica. En términos de ahorro de energía, los expertos en tecnología LED son enfáticos. Tomás Burón, Gerente General de Burón y Burón, señala que, a una misma luminosidad, el LED requiere solo el 20% de la energía consumida por la iluminación tradicional. Una lámpara LED se alimenta de baja tensión, lo que implica un consumo de poca potencia. A juicio de Carlos Hornauer, Gerente Zonal Santiago y Director de Emelta, por un lado, los beneficios son por la mayor emisión media por watt respecto de otras lámparas y, por otra, en la menor pérdida de flujo luminoso al ser redirigido éste mediante refractores o reflectores hacia donde se desea iluminar. Por otra parte, dado que se logra una iluminación más uniforme con luminarias con LEDs, no es necesario sobreiluminar algunos sectores para que otros tengan un nivel de iluminación mínimo aceptable. Definitivamente, cuando las luminarias cuentan con un refractor por cada LED para redirigir el flujo lumínico hacia donde se desea iluminar, se obtienen los mejores resultados en cuanto a uniformidad y, por ende, en términos de ahorro de energía, al comparar los niveles mínimos y no los niveles medios de iluminancia. LED en Chile En promedio, la vida útil de las luminarias LED es de aproximadamente 50 mil horas. En términos prácticos, esto significa que si un producto está encendido entre 10 y 12 horas diarias, podría durar por más de 12 años, sin requerir de mantenimiento. Su capacidad de rendimiento es tal que, por ejemplo, una ampolleta común dura aproximadamente mil horas, un tubo fluorescente cerca de 10 mil y un LED entre 50 a 100 mil. Sin duda alguna, a juicio de Rodrigo Campos, Gerente de Marketing y Ventas OEM de Osram Chile, una de las grandes ventajas de la tecnología LED es su larga vida útil, sin necesidad de mantención alguna. Como indica Carlos Hornauer, al hacer una comparación económica entre distintos sistemas de iluminación, el reemplazo de lámparas es preponderante, tanto por el costo de las lámparas como por las horas hombre involucradas en el proceso de compra, transporte, almacenamiento y reemplazo de ellas; costos que en el caso de los sistemas LED no existen. Esto los hace ideales para instalaciones en lugares donde el reemplazo dificulta el trabajo, tales como puentes, túneles, antenas o luces de embarcaciones, entre otras. La simplicidad y robustez de los sistemas de iluminación LED los hace muy versátiles y su aplicabilidad es casi ilimitada. Sus restricciones, por lo tanto, son muy pocas. Como trabajan con bajo voltaje, no hay inconvenientes si son sumergidas en agua o expuestas en lugares con emisión de gases, y en esos casos, según el ejecutivo de Casa Keim, sólo es necesario que la lámpara esté debidamente impermeabilizada. Respecto a temperaturas, la única restricción es que ésta no sea inferior a -40º, ni superior a 80ºC mientras esté encendida. A juicio de Tomás Burón, también es importante su sensibilidad a la polución eléctrica, como transientes o variaciones de voltaje. Como explica Andrés Abramovicz, Store Manager de LED Chile, al igual que en la iluminación convencional, la tecnología LED requiere de portalámparas adecuados para cada uso. "Es importante tener presentes los índices de protección (IP) en cada producto, para no cometer errores, que podrían ocasionar problemas mayores", afirma. El mercado local es un claro ejemplo que las aplicaciones LED instaladas están directamente relacionadas al ámbito decorativo y de señalética. Sin embargo, Rodrigo Campos asegura que con los nuevos desarrollos de productos y soluciones orientados a la iluminación general, dentro de los próximos meses podremos ser testigos de la explosión de soluciones orientadas a iluminación general, alumbrado público e iluminación interactiva además de decorativa. Destacan los nuevos sistemas de semáforos vehiculares, con tonos nítidos y alta visibilidad a distancia, luminarias LED para postes de luz, soluciones de iluminación para el sector de la minería y la industria. Asimismo, en opinión de Eduardo Verdugo, también se está trabajando para instalar sistemas LED en oficinas que trabajen muchas horas continuas, y para servicios como los cajeros automáticos. En otro ámbito, la iluminación de emergencia, puntual y de evacuación, toma cada vez mayor fuerza, debido a la gran luminosidad de los productos, que hace que puedan verse claramente a grandes distancias, superando ampliamente a los bloques tradicionales. |