¿Qué es el Codesu? Este departamento se creó en enero de 1999, respondiendo así a la tendencia mundial de examinar los temas medioambientales y su relación con la economía y el comercio, temas ahora transversales para cualquier país. Nuestra labor consiste en participar de las negociaciones bilaterales en los Tratados de Libre Comercio (TLC) que incluyen la dimensión medioambiental. También asistimos a los organismos internacionales de carácter económico y comercial donde este tema está presente como, por ejemplo, la Organización Mundial del Comercio (OMC) y el Foro de Cooperación Económica de Asia Pacífico (APEC); y como observadores, en la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). ¿Cuál ha sido la postura del mercado exportador chileno frente a estos temas? El empresariado nacional se ha dado cuenta de que en otros países ya no basta con cumplir con los requisitos de precio y calidad para vender un producto, sino que también hay que producir respetando el medioambiente, los derechos de los trabajadores y la comunidad donde está inserta una empresa. El sector exportador tiene asumidos todos estos aspectos, ya que son exigencias mínimas que deben cumplir para competir en igualdad de condiciones. ¿Cómo pueden lograr lo anterior? Uno de los primeros pasos a seguir es certificar su producción o productos finales a través de las normas ISO 9001 y 14001, que son las más importantes y solicitadas por países extranjeros. Aunque son de carácter voluntario, se deben cumplir, ya que para exportar hay que satisfacer las exigencias de los gobiernos y de los mercados, que en ocasiones son mucho más amplias y profundas en los primeros. ¿Cuáles son los principales inconvenientes para que una compañía se certifique? Las grandes empresas no tienen problemas para cumplir lo anterior porque cuentan con recursos y personal, pero entre las Pymes, la situación es más difícil porque no poseen un gran flujo de capital ni cuentan con un gran número de empleados. Sin embargo, se han creado fórmulas como la "asociatividad", donde sectores productivos se unen para trabajar en conjunto para obtener certificaciones que por lo general tienen un valor elevado. El sector minero, en tanto, implementó el "encadenamiento productivo", donde una gran firma minera se certifica y, por ende, conlleva a que sus proveedores también lo hagan y cumplan con esas buenas prácticas. ¿Qué nuevos temas se han incorporado a los TLC? En un principio, el principal objetivo de los acuerdos de comercio era la disminución o eliminación de las barreras arancelarias; posteriormente, se fueron incorporando temas relacionados con la propiedad intelectual, aspectos sanitarios y fitosanitarios, aspectos técnicos, temas laborales y medioambientales, entre otros. El primer acuerdo comercial en incorporar estos dos últimos aspectos fue el NAFTA firmado entre Estados Unidos, México y Canadá. Si bien Chile había sido invitado como cuarto integrante, finalmente negoció acuerdos por separado con esos tres países. Respecto al medioambiente, las disposiciones que se incluyen en los TLCs son básicamente de dos tipos. El primero son ciertos compromisos básicos en esta materia entre los gobiernos que suscriben un tratado, como el de hacer cumplir efectivamente su propia legislación ambiental, mientras que el otro se refiere a la cooperación, donde se busca, entre otras cosas, mejorar la gestión ambiental y contribuir a la solución de problemas de contaminación específicos a través de proyectos desarrollados en conjunto. Según su experiencia, ¿impacta el Protocolo de Kyoto el comercio internacional? Para lograr el objetivo de reducir las emisiones de CO2 y los gases que producen el efecto invernadero, hay que tomar medidas de carácter técnico-comercial, y éstas tienen efectos en la economía de los países. Por esto, porque estamos abordando un tema transfronterizo, no es fácil su implementación. Es cierto que las medidas que se adoptan en relación con el Protocolo de Kyoto tienen un efecto positivo en el medioambiente, pero pueden encarecer, a veces, en su etapa inicial, los procesos productivos al incorporar nuevas tecnologías amigables con el medioambiente. Sin embargo, si consideramos el beneficio a la humanidad, la inversión vale la pena. |