Con más 56 años de experiencia en el rubro de la elaboración de envases de vidrio para diversos sectores productivos -como la industria vitivinícola, pisquera, alimenticia, farmacéutica y cosmética-, Cristalerías Toro se caracteriza por ser una empresa que garantiza altos estándares de calidad (posee certificación ISO 9001:2000) y respeto por el medioambiente a lo largo de todos sus procesos productivos.

"Para la fabricación de vidrio trabajamos en hornos industriales donde fundimos el sílice hasta que se convierte en líquido. Recién ahí empezamos a moldear una figura especificada por el cliente, según el tipo de producto. Lamentablemente, uno de los inconvenientes de ese proceso es que consume mucha energía, razón que nos motivó a innovar en este aspecto a través de energías limpias y no contaminantes", señala Felipe Ribbeck.

El ejecutivo añade que el objetivo de la compañía era suplir ese consumo excesivo, adecuándose a la tendencia mundial de los consumidores extranjeros y locales, que están cada día más sensibles al tema de las emisiones de carbono que liberan las industrias a la atmósfera para la fabricación de un producto, realidad que muchas veces incide en su decisión de compra.

El origen del parque eólico

Con una inversión privada cercana a los US$6 millones, Cristalerías Toro decidió implementar, a mediados de 2007, el Parque Eólico CrisToro en Lebu, ya que la zona reúne buenas condiciones climáticas para un proyecto de esta naturaleza. En primera instancia, este proyecto partió con la compra de dos turbinas Siemens, con potencias de 600 KW cada una.

Posteriormente, se sumaron dos turbinas de fabricación china de 780 KW, totalizando una potencia instalada cercana a los 3 MW. Con la aprobación de la declaración de impacto ambiental para la ampliación a 9 MW de la Comisión Nacional del Medio Ambiente (CONAMA), se instaló una quinta turbina, también de procedencia China. Esta central eléctrica está conectada al Sistema Interconectado Central (SIC) a través de la subestación Santa Rosa, y ya se encuentra en marcha blanca con sus cinco torres de 60 metros de altura y un peso total de 125 toneladas cada una, que es donde están instaladas las aspas de los generadores eólicos.

Felipe Ribbeck asegura que hubo muchas firmas chilenas que colaboraron con esta iniciativa, destacándose siempre por un trabajo profesional, responsable y de calidad. Una de ellas fue Fabelec, que en agosto del año pasado asesoró a Cristalerías Toro en temas relacionados con la comunicación industrial y monitoreo del costoso equipamiento que habían adquirido para el tercer parque de este tipo en nuestro país.

Según explica Raúl Cobo, Gerente General de la firma, "también realizamos el proyecto de conectividad local en fibra óptica y suministramos los tableros de comunicación que contienen los elementos activos de la red. Además, entregamos los computadores industriales y la aplicación HMI (Interface Hombre-Máquina) en donde, con la herramienta Infilink, realizamos el monitoreo de todo el sistema".

Un proveedor confiable

Según explica Ribbeck, la elección de Fabelec como proveedor de este servicio se basó en recomendaciones de empresas, agregando que "desde que tuvimos la primera reunión con sus ingenieros y les explicamos lo que queríamos hacer, estuvieron muy comprometidos con el proyecto, pese a que era una idea nueva y riesgosa, ya que era una iniciativa gestionada íntegramente por privados con poca experiencia en el tema".

Respecto de este tema, una visión similar tiene Raúl Cobo, quien señaló que "aunque Cristalerías Toro es cliente de Fabelec en lo que respecta a abastecimiento de equipos, como proveedores de asesoría e ingeniería de ellos somos nuevos y, de hecho, las personas encargadas del proyecto no nos conocían pero habían recibido buenas recomendaciones de otros clientes. Creo que esto último, definitivamente, jugó a nuestro favor".