¿Qué se requiere para implementar un sistema de este tipo?
F. Silva: Todo proyecto de seguridad contra incendios debe tener una buena base normativa que siga las recomendaciones que establecen las normas NFPA, que es una completa guía de códigos sobre la problemática del fuego.

J. Moncada: Una vez realizado lo anterior, es recomendable contar con la asesoría de expertos en el tema para ver los tres sistemas que debemos instalar: protección pasiva contra fuego, donde se aíslan los distintos sectores que pueden tener riesgo de incendio, como zonas de combustibles o eléctricas; protección activa, que son los elementos que se activan en caso de incendio, como detectores de humo, roceadores y gases, entre otros; y, finalmente, tenemos el combate del siniestro a través de brigadas y bomberos.

¿Cuáles son las ventajas de seguir los parámetros que establece la NFPA?
J. Moncada: Son normas actualizadas, modernas y que se adaptan a todas las realidades. Por ejemplo, las número 1 y 101 están relacionadas con vías de evacuación y zonas aisladas, y se aplican para edificios, centros comerciales, salas eléctricas en la minería, oficinas o industrias. A ello se suman códigos especializados, dependiendo el sector, ya que un hospital es distinto a un centro comercial o una planta papelera.

F. Silva: Esto permite definir normas de calidad internacional para la correcta instalación de roceadores, alarmas e instalaciones eléctricas, lo que se traduce en un resguardo de la infraestructura, los procesos productivos y de las personas.

¿Cómo se encuentra nuestro país al respecto?
F. Silva: Chile tiene una baja legislación en seguridad contra incendios. Nos hemos dado cuenta de que la normativa respecto a este tema es bastante incipiente, lo que no ayuda mucho para la masificación de esta tecnología. Actualmente, sólo algunas multinacionales ligadas a la minería -presionadas por sus seguros corporativos- se atreven a implementar estos sistemas.

J. Moncada: Nos llama mucho la atención que Chile no sea una nación líder en Latinoamérica respecto a la seguridad contra incendios. Sin embargo, hay oportunidades para desarrollar y masificar estos temas, como es el caso de Costanera Center, donde han revisado el proyecto de acuerdo a las normas de la NFPA. Lo ideal ahora es que otros sectores sigan el ejemplo.

¿Qué se necesita para masificar la adopción de estas normas?
F. Silva: Lo primero que requerimos para consolidar este tema es cambiar y actualizar la ley que rige actualmente en Chile, a fin de proteger las inversiones estatales y públicas de siniestros por incendios. En Estados Unidos, por ejemplo, están prohibidas las mangueras almacenadas en gabinetes, porque muchas veces están quemadas o gastadas debido a falta de mantención.

J. Moncada: Todo lo que se haga en protección contra incendio es una inversión, ya que resguardas activamente la instalación, mejoras el activo físico, la aseguradora cobra una prima menor, en caso de siniestro el daño es menor, no se interrumpen los ciclos productivos y se garantiza la seguridad propia y de las personas que trabajan en una empresa, entre otros beneficios.