Un paso sustantivo en el diseño e implementación de la Política Ambiental chilena fue dotar al país con una moderna legislación y una nueva institucionalidad ambiental. La Ley sobre Bases Generales del Medio Ambiente, promulgada en 1994, por primera vez en la historia nacional se hace cargo de la temática ambiental desde una perspectiva integral, sentando las bases para una gestión ambiental eficiente y fijando criterios institucionales y regulatorios que comprometen las acciones del Estado, del sector privado y de la ciudadanía. Esta última ha sido convocada a participar en la elaboración de normas de calidad ambiental, de planes de descontaminación y en el sistema de evaluación de impacto ambiental. Al mismo tiempo, desde el sector productivo se observa una creciente actitud positiva para avanzar hacia modalidades de gestión más sustentables, con la incorporación de procesos de producción limpia e incipientes programas de ahorro energético. Así, desde finales del siglo XX, comienza a escucharse con más fuerza el concepto de Producción Limpia y, con ello, se abre otra puerta a una nueva forma de relación entre los procesos productivos, el consumo energético y el medioambiente, que trae consigo el concepto de que es posible producir a niveles competitivos sin deteriorar el medioambiente. Actualmente, Chile necesita crear una nueva conciencia ambiental basada en un consenso nacional en torno a las preocupaciones más relevantes para que todos los actores sociales puedan hacerse co-responsables de la gestión ambiental desde sus competencias específicas. En este sentido, el actual problema energético es una oportunidad para todo el país, sin exclusiones. Analizado desde un punto de vista económico, es lógico que estas situaciones generen preocupación dentro del sector industrial acerca de las implicancias económicas derivadas de este nuevo escenario. El cumplimiento con los requisitos ambientales puede concluir a fuertes inversiones en tecnologías de abatimiento, con el consiguiente incremento de los costos de producción. Alternativas para disminuir la contaminación En la actualidad, podemos encontrar dos caminos conceptuales para disminuir la contaminación tanto industrial como doméstica. El primero, como concepto tradicional, se basa en el uso de tecnologías "end of Pipe" (que podemos traducir como algo similar a "al final de la cañería") que corresponde a una alternativa donde el manejo de los residuos domésticos e industriales se realiza al final del proceso productivo: los residuos sólidos son llevados a vertederos, las emisiones gaseosas son lavadas o filtradas, y las emisiones líquidas son sometidas a diversas posibilidades de tratamiento, dependiendo de la caracterización de los residuos. La segunda alternativa se basa en un enfoque integral preventivo, que pone énfasis en una mayor eficiencia de utilización de los recursos materiales y energéticos, de modo de incrementar simultáneamente la productividad y la competitividad. Este último concepto, también llamado "Producción Limpia", internaliza la variable ambiental como parte de una estrategia de gestión empresarial preventiva, aplicada a productos, procesos y organizaciones del trabajo. El principio básico de la producción limpia consiste en aumentar la eficiencia global del proceso, previniendo pérdidas materiales y energéticas. Iniciativas gubernamentales El Gobierno de Chile ha instaurado una Política de Fomento a la Producción Limpia, cuyo objetivo general consiste en incentivar y facilitar el aumento de la competitividad y de-sempeño ambiental de las empresas, apoyando el desarrollo de la gestión ambiental preventiva para generar procesos de producción limpios, promoviendo, por ejemplo, el uso eficiente de la energía y el agua. Un desarrollo sustentable proporciona el marco para la integración de las políticas energéticas, ambientales y las estrategias de desarrollo social y económico, reconociendo que el crecimiento es esencial para satisfacer las necesidades humanas y para mejorar la calidad de vida. Sin embargo, el desarrollo debe basarse en el uso eficiente, equitativo y ambientalmente responsable de todos los recursos escasos de la sociedad, es decir, los recursos naturales, humanos y económicos. |