¿Cómo está terminando el 2008 para el mercado eléctrico?
En general, bien. Los proyectos que ya se iniciaron siguen adelante porque el país necesita energía y, aunque se han visto algunos retrasos por reglamentaciones ambientales -que por cierto es necesario tener en cuenta-, están avanzando. Hay muchísimos proyectos en generación hidroeléctrica, térmica, eólica, etc. Esto viene acompañado de nuevos actores en el mercado, provenientes de Australia, Noruega, Canadá, Inglaterra, etc.

¿Están en marcha otros proyectos, además de los hidroeléctricos?
Están las iniciativas eólicas. Endesa comenzó con la primera planta eólica de cierta importancia en El Canelo y junto con ella existen numerosos otros referidos al desarrollo de la energía eólica. En lo que se refiere a centrales térmicas, se están construyendo varias centrales a carbón y, por supuesto, como resultado de estos nuevos proyectos será necesario reforzar el sistema de transmisión.

¿La crisis le ha pasado por el lado al sector eléctrico hasta ahora?
Podemos decir que sí, ya que gracias a los nuevos proyectos en ejecución, en el mediano plazo, el suministro de energía está asegurado. Más adelante, seguramente, algunos proyectos más ambiciosos podrían sufrir algún tipo de postergación y, probablemente, esos efectos los sintamos en los años venideros.

Respecto a grandes proyectos, ¿cómo afectan los factores externos la evaluación de iniciativas macro como HidroAysén?
HidroAysén es un megaproyecto, de hecho, el más grande en estudio actualmente, y obviamente provoca reacciones a favor y en contra. El proyecto Ralco, en su momento, vivió la misma situación. Ahora, es indudable que hay una campaña financiada desde el exterior para que HidroAysén no se lleve a cabo; circulan afiches con monstruosas torres de alta tensión en medio de las Torres del Paine; nada más alejado de la realidad, porque según entiendo el tendido de la línea evita los parques nacionales y además aquí se trata de un proyecto en corriente continua, que requiere torres mucho más compactas, por lo que el impacto que tendrá no es tal. Por otra parte, si se analiza la superficie inundada por las 5 represas que forman parte del proyecto, es mucho menor que cualquier represa convencional hecha hace algunos años atrás.

A su juicio, entonces, ¿se han tomado los resguardos necesarios?
Las empresas que están participando han hecho grandes inversiones en estudios de impacto ambiental, pero no es extraño que un proyecto de esta magnitud genere estas reacciones. No podemos privar a nuestro país del único tipo de energía que le es propio, y que nos va a permitir tener una mayor autonomía desde el punto de vista energético, porque hay que recordar que lo que busca este tipo de proyectos es poder satisfacer la demanda energética de los próximos años.

En cuanto a energías renovables, ¿cómo evalúa el nivel de inversión hecho y el avance de los proyectos?
Se han dado grandes pasos en ese sentido, partiendo por la ley que fomenta el uso de las energías renovables. Todas las empresas que generan energía tendrán que poseer un 5% de su producción en energía renovable no convencional, lo que es en si mismo un incentivo. Sin embargo, también hay empresas que están invirtiendo porque ven proyecciones importantes en el desarrollo de energías renovables, incluso siendo más caras de implementar y poner en marcha, porque Chile tiene un muy buen potencial en cuanto a su explotación.

¿Eso nos permitiría terminar en gran parte con la dependencia del consumo energético?
Efectivamente. Chile importa más del 70% de los combustibles fósiles que utiliza para producir energía eléctrica, entre petróleo, diesel y gas -cuando está disponible-, pero por fortuna ya comenzaron a construirse dos plantas de gas natural licuado, en el centro y en el norte, lo que permite diversificar su origen y asegurar parte importante del consumo de energía del país.

Entonces sus predicciones son muy positivas en términos generales…
Claro que sí. Si hacemos una analogía con los anuncios meteorológicos, podemos decir que los meses que vienen posiblemente estén parcialmente nublados, pero después se despejarán las nubes para volver a dejar salir el sol. Esto, porque la energía es una necesidad primordial para el desarrollo de la actividad económica y no es posible esperar por ella.

¿Cómo evalúa el desarrollo de CIGRE?
Nuestro balance es muy positivo, a cinco años de nuestro comienzo en Chile. Empezamos muy tímidamente, pero hemos tenido una excelente respuesta del mercado. CIGRE ha facilitado a todo el mundo eléctrico el acceso a sus redes internacionales de especialistas, en diversas áreas, generales y específicas. Ponemos al alcance de nuestros miembros numerosos estudios, investigaciones y la base de datos que cuenta con un gran número de estudios, reportes e investigaciones, las que son muy bien recibidas por parte de nuestros socios individuales y colectivos. Como institución estamos creciendo, al igual que el mercado eléctrico en el mundo.