A los pies del Embalse Puclaro, se ubica la nueva central "de pasada", equipada con dos turbinas de 2,8 MW cada una, que permitirían generar anualmente 40 millones de kWh de electricidad (equivalente al consumo de 12 mil viviendas). Esta iniciativa se llevó a cabo gracias al trabajo de Gestión de Proyectos Eléctricos S.A. (GPE), en conjunto con la Junta de Vigilancia del Río Elqui y sus afluentes (JVRE). Esta última aportó sus derechos de agua no consuntivos, parte del capital y tiene el 42 % de la Hidroeléctrica Puclaro S.A. Por su parte, GPE ha tomado a su cargo el desarrollo del proyecto, con las gestiones y obtención de autorizaciones previas, ingeniería, construcción e incluso su operación, aportando los avales necesarios y el 58% del capital requerido. ¿Cómo se gestó este proyecto? E. Hoehmann: Durante las primeras crisis del gas argentino, apareció la posibilidad de realizar este proyecto y aprovechamos que tenemos un equipo humano de vasta experiencia profesional en el tema energético. Para poder materializar la central, tuvimos que organizar a todos los involucrados: cinco mil regantes agrupados en 110 canales, con sus respectivas juntas de vigilancia. R. Renz: Por esto, siempre nos sometimos a sus exigencias agrícolas. Se entregaron las garantías de que contarían con el agua suficiente para sus regadíos y se establecieron las confianzas para permitirnos desarrollar el proyecto. ¿Cómo aprovecharon la infraestructura existente? E. Hoehmann: Hay un embalse en Puclaro, en el que se controlaban vía válvulas los niveles de agua. En este sentido, Puclaro es un proyecto, más que de generación, de eficiencia energética, pues con las turbinas podemos aprovechar la energía que se estaba diluyendo por las válvulas. R. Renz: Este proyecto tiene varias ventajas: generamos para un valle que representa un consumo importante, por lo que no necesitamos transportar la electricidad por grandes distancias. El transporte de electricidad es un tema muy serio para las grandes centrales hidroeléctricas del país, por todos los problemas que conlleva en términos de autorizaciones. Además, los agricultores quedaron como socios y la hidroeléctrica les paga una cierta cantidad de dinero que les ayuda a pagar, por ejemplo, la limpieza de los canales y la mantención de los sistemas de riego. ¿Qué opinan del creciente interés por las energías renovables? E. Hoehmann: Es evidente que es necesario evaluar nuevas fuentes de energías. En el año 1890 ya había autores que advertían sobre el derroche de ésta y pedían la evaluación de nuevas fuentes y eficiencias. Es decir, está claro que la energía siempre será un tema permanente en el mundo y que deberemos estar analizando nuevas fuentes y usos para la misma. Sin embargo, es importante que este análisis se haga de manera muy cuidadosa, impulsando la innovación, pero sin causar distorsiones económicas o de otro tipo. R. Renz: Hoy en día, existe la necesidad de energía limpia, pero debe apoyarse con distintos instrumentos que fomenten su producción. Actualmente, se paga lo mismo por las energías de origen limpio que por las generadas por fuentes contaminantes, lo que no es lógico por las externalidades que producen los combustibles fósiles.
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