Durante los últimos años, ¿qué áreas de la industria electrónica han tenido más desarrollo?
Los dos últimos años han sido de bastantes nuevos desarrollos. Tengo la sensación de que el cliente "Chile" está más exigente en lo que se refiere a más y nuevas tecnologías y, en ese sentido, han tenido un gran desarrollo las aplicaciones relacionadas al mercado del transporte y, en particular, los requerimientos de equipos con tecnología web.

¿En qué nichos es competitiva la industria electrónica chilena?
En varios. Sin embargo, personalmente puedo dar fe de la gran especialización alcanzada principalmente en el área de transportes, donde destacan aplicaciones web en camiones para la administración de flotas "online", software para el control de los choferes, nuevos taxímetros y dispositivos para taxis. Asimismo, ha habido un fuerte desarrollo de sistemas de localización de vehículos; otro nicho en el que la industria electrónica local ha logrado plantearse en términos muy competitivos.

Desde el punto de vista de los clientes, ¿cuáles son las ventajas de comprar electrónica local?
La gran diferencia es que podemos interactuar localmente, y en un mismo idioma, con los clientes. Respecto a calidad, tiempos de entrega y servicios ofrecidos, la industria electrónica nacional está mejorando mucho, acercándose a los estándares internacionales desde el punto de vista de plazos y calidad de las terminaciones.

¿Considera que hay un trabajo importante en ese sentido?
Así es. A pesar de que queda mucho por mejorar, es importante reconocer el esfuerzo de los fabricantes locales por mantener y desarrollar la industria electrónica chilena. Tener una industria de ese tipo en el país es un gran mérito, porque la demanda por circuitos impresos y desarrollo de productos es muy inferior a la que existe en otras partes del mundo, donde hacer electrónica no es más difícil que vender servicios de telefonía, por poner un ejemplo de desarrollo de mercado.

¿Cuáles son las proyecciones de la industria local fabricante de electrónica?
Sin lugar a dudas, cada año que pasa, la mentalidad de los nuevos ingenieros evoluciona. Hoy en día es más fácil encontrar profesionales que sienten que pueden desarrollar cualquier cosa y convertirla en un equipo; al contrario del pasado, donde el espíritu que reinaba era el de copiar lo que ya estaba hecho. En la actualidad impera el hacer, probar e intentar, y ese cambio también está llegando a las exigencias del cliente y a las universidades, cada vez más dispuestas a crear emprendedores. Está claro que el camino al desarrollo y al fortalecimiento de una industria de electrónica local recién comienza, pero al menos ya está la decisión de avanzar hacia ese objetivo.