El proceso productivo de Chilcorrofin, certificado según norma ISO 9001:2000, tiene distintas particularidades. La fábrica de revestimientos se especializa en el desarrollo de productos uno a uno, con características definidas por cada cliente en particular. Asimismo, la mayoría de las partidas de pinturas posee altos niveles de viscosidad, que hacen necesario motores de alta capacidad y fuerza. Cada proceso es corto, lo que implica, además, detener y hacer partir los motores innumerables veces durante un mismo día. Como explica Patricio Salazar, "las exigencias sobre los equipos son altísimas. Por una parte, requerimos de motores de gran fuerza de partida y de alta resistencia. También, estamos conscientes de la necesidad de proteger nuestras instalaciones, por lo tanto, instalar variadores de frecuencia se hizo urgente para asegurar la disponibilidad operativa de la planta". A toda prueba Buscando equilibrar las variables versatilidad y protección, los variadores de velocidad WEG cumplieron con todas las expectativas de Chilcorrofin. "Comparamos varios equipos, incluso, motores, y en las mismas condiciones eléctricas y exigencias en la operación, WEG dio excelentes resultados. Sometimos los variadores a pruebas muy extremas y siempre cumplieron, sin fallas ni detenciones, entregando todo el potencial que correspondía a sus parámetros técnicos", señala el ejecutivo de Chilcorrofin. La decisión de incorporar los variadores de frecuencia WEG estuvo respaldada por la necesidad de proteger eléctricamente los motores de la planta, asegurando su vida útil por mucho más tiempo, y por optimizar el proceso de control sobre los fluidos. El variador nos entrega variables de lectura que nos permiten optimizar los procesos de producción repetitivos. La implementación de los variadores de frecuencia WEG responde a la estrategia de Mantenimiento Productivo Total que define el funcionamiento de la planta de Chilcorrofin. "Los equipos WEG nos permiten conocer con anticipación cuándo es necesario realizar tareas de mantención sobre ellos, anticipándose a las fallas, pero evitando acciones de mantenimiento preventivo, que desde nuestro punto de vista tienen altos costos asociados", asegura Patricio Salazar. Servicio de excelencia El profesional, con gran experiencia en plantas papeleras, mineras, embotelladoras y fundiciones, declara estar convencido de las ventajas de implementar estos equipos al proceso productivo de Chilcorrofin. "De manera muy proactiva nos visitaron y nos hicieron ver el potencial de eficiencia que podíamos obtener al instalar los variadores de frecuencia WEG. Y con el tiempo hemos comprobado que efectivamente ha sido así", afirma. Destaca el servicio postventa entregado por la marca, tan especializado y dedicado como el de preventa. "Asimismo, los ingenieros de WEG nos capacitan constantemente en las tecnologías que tenemos implementadas y en las más recientes, de manera que gracias a eso estamos actualizados en forma permanente", indica. Actualmente, Chilcorrofin está en pleno proceso de ampliación de sus salas eléctricas, en las que los equipos WEG ocupan un rol muy importante. La decisión, a juicio de Patricio Salazar, fue tomada fundamentalmente en base a la confianza que les proporciona la marca y a la calidad de sus equipos y su servicio. "Aquí el precio no es relevante. Necesitamos asegurar la disponibilidad de la planta, que debe ser superior al 93%, y WEG nos da la garantía que podemos cumplir con ese objetivo. Está en juego nuestra eficiencia y productividad; algo en lo que no estamos dispuestos a transar". |