Carlos Balart, CEO y fundador de Miaminmobiliario.com.

Por Carlos Balart, CEO y fundador de Miaminmobiliario.com.

Si hablamos de eficiencia energética en el rubro inmobiliario, Florida (Estados Unidos) es uno de los estados que más está trabajando en lograr mejores estándares en esta materia en cuanto a sus desarrollos de viviendas y edificios multifamilies.

Es que una familia norteamericana gasta al menos 5.000 dólares al año entre consumo de energía para su hogar y combustible vehicular, por lo que adoptar medidas de eficiencia energética en la vivienda podría reducir el costo en un 25% y ahorrar más de 900 dólares al año con un vehículo más sustentable.

En este sentido, Florida en el segundo lugar de eficiencia energética vehicular, pero 35° de energía en el hogar. Sin embargo, los edificios más modernos ya implementan sistemas alternativos de energía, así como estacionamientos adaptados a la electromovilidad vehicular.

Además, la nueva construcción de Miami cuenta con estándares de eficiencia bajo el Código de Construcción de Florida (FBC), el cual se basa en el Código Internacional de Conservación de Energía, que logró mejorar la eficiencia en un 10% en su última actualización.

Es así como en Miami se pueden encontrar modernas casas diseñadas para minimizar el consumo de energía, que tienen aislamiento avanzado, iluminación de bajo consumo, sistemas de aire acondicionado eficientes e incluso tecnología inteligente para la gestión energética.

La tendencia es clara en estos tiempos de alerta climática y las inmobiliarias no sólo deben cumplir las normativas y/o certificaciones de sustentabilidad en construcción y eficiencia energética, sino dar un paso más allá y ser un aporte real a la aminoración de los efectos nocivos medioambientales.

Es que tanto los inversionistas como compradores ya exigen estos parámetros incorporados en viviendas y edificios, pues hay una mayor conciencia de la importancia de la sostenibilidad y el uso de fuentes de energías renovables.

Y esta conciencia también viene acompañada de incentivos como bono de aumento de densidad en algunas ciudades de Florida si se reutilizan ciertas aguas. O, en el caso de los inversionistas, incrementar el valor de su propiedad. Por ejemplo, según el Laboratorio Nacional de Energías Renovables, los paneles solares pueden llegar a subir el valor de reventa en alrededor de un 4,1% de una casa en Miami.

Podemos observar, entonces, que estas iniciativas de incorporar eficiencia energética en viviendas son un win-win tanto para las ciudades, residentes, inversionistas y, sobre todo, el medioambiente. Por lo menos en Florida, así lo están entendiendo.