|
|
|
Una espuma rígida porosa fabricada con residuos y menos contaminante que el cemento tradicional fue patentada por un grupo de investigadores de la Universidad de Jaén (UJA) y del Instituto de Ciencia de Materiales de Sevilla (centro mixto del CSIC y la Universidad de Sevilla).
Los expertos utilizaron polvo de filtro de la industria del aluminio y cenizas de cáscara de arroz para crear un material con una dureza y resistencia similares a la madera, que además funciona como aislante térmico y acústico.
La denominado espuma geopolimérica puede emplearse en campos como la industria aeronáutica, aeroespacial y en la construcción como aislante acústico y térmico y como cemento ligero.
Según los expertos, para fabricar el cemento geopolimérico se necesitan dos ingredientes: un material sólido de origen mineral silicoaluminoso (precursor); y una solución que active al primer material. De este modo, se forman los compuestos químicos que aportan resistencia y solidez.
"Con la técnica que proponemos aportamos la posibilidad de generar una espuma rígida con numerosas aplicaciones y con todas las ventajas de la producción de los materiales geopoliméricos", explica Dolores Eliche, investigadora de la UJA.
Luego, la mezcla obtenida se introdujo en moldes a una temperatura de entre 40 y 60 grados centígrados durante un día, para que se endureciera. Al día siguiente, el producto fue desmoldado y dejado a temperatura ambiente, para someterlo a ensayos físicos, mecánicos y térmicos.
“Hemos determinado que la huella de carbono que genera su elaboración es baja, y además, le damos una nueva utilidad a los residuos de la industria agrícola y de la metalurgia del aluminio, que con frecuencia se depositan en vertederos. Así, contribuimos a una economía circular y sostenible”, indica Eliche.
|