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Se estima que en los próximos 20 años, más de 30.000 paneles fotovoltaicos serán dados de baja en las diferentes plantas generadoras de la Región de Antofagasta, elementos que pueden seguir teniendo una vida útil a menor escala, previa calificación y análisis de su estado, generando así un nuevo negocio y desarrollo para las comunidades locales.
En ese contexto nació el proyecto “Desarrollo Capacidades Técnicas en Sistemas Fotovoltaicos en Taltal”, que ejecuta el Centro de Desarrollo Energético de la Universidad de Antofagasta (CDEA-UA), y que es financiado por el Fondo de Innovación para la Competitividad Regional (FIC-R), del Gobierno Regional.
Edward Fuentealba Vidal, Director del CDEA, explicó que el proyecto considera la transferencia de conocimientos hacia la comunidad para la reutilización de los paneles fotovoltaicos “en áreas como, por ejemplo, turismo, agropecuaria, acuicultura, pequeños negocios, pequeña minería y el uso domiciliario, impactando así positivamente en la calidad de vida de las comunidades”.
Para transferir esas capacidades, se realizarán talleres con los profesores y estudiantes del Liceo Politécnico José Miguel Quiroz de Taltal. A la vez, se implementará un laboratorio donde se analizarán, mediante un sistema de pruebas de falla, los paneles fotovoltaicos que puedan seguir siendo utilizados.
El objetivo es que los jóvenes de la comuna se transformen en personal calificado en la operación, mantención y reutilización de módulos fotovoltaicos
Guillermo Hidalgo, Alcalde de Taltal, manifestó que es muy importante capacitar a los jóvenes en las nuevas tecnologías: “Como municipio siempre estamos atentos a cooperar en estas iniciativas. Es un proyecto innovador, que proporcionará capacitaciones, futuros técnicos y empleos en la comuna”.
Hidalgo destacó además el impacto medioambiental del proyecto, pues “se hará cargo de una gran cantidad de pasivos ambientales que quedarán en el desierto, una vez que las plantas generadoras descarten estos paneles o sean reemplazados por otros más modernos”.
Para el académico e investigador del CDEA, Dr. Jorge Rabanal, el proyecto también se hace cargo de un desafío inminente, como es contar con más técnicos y profesionales para la operación y mantenimiento de estas plantas fotovoltaicas.
“Es necesario realizar el diagnóstico rápido de la integridad de módulos fotovoltaicos y su reutilización, concepto conocido como segunda vida. Así, los estudiantes tendrán herramientas para inspeccionar módulos y determinar cuándo descartarlos de las granjas fotovoltaicas, con opciones de clasificarlos para otros usos, avanzando así en la llamada Economía Circular”, explicó el académico.
El proyecto cuenta con una inversión total de $129 millones, dividiéndose en $48,2 millones aportados por la UA y en $80,8 millones entregados por el Gobierno Regional, para un plazo de ejecución hasta diciembre de 2023.
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