Según un reciente estudio elaborado por Cushman & Wakefield, la vacancia de oficinas clase A en la capital llegó a su mayor nivel en los últimos cuatro años. En efecto, la tasa de desocupación alcanzó a 9,51% al cierre de los primeros tres meses de 2022, con una superficie disponible de 160.408 m2, siendo la más alta desde el último trimestre de 2017 (9,73%).

Lo anterior respondería a que las empresas hoy están devolviendo espacios o metros cuadrados, y optando por oficinas más pequeñas con menos m2 desde 2020, cuando se comenzaron a diseñar planes para ajustar sus superficies, debido a la adopción del teletrabajo durante la pandemia. Esta reducción de espacios hace que no todos los trabajadores puedan ingresar, y que se deba optar por jornadas de trabajo flexibles como turnos, jornadas separadas por equipos, entre otras modalidades híbridas.

Sumado a la crisis económica, hoy las compañías buscan no solo optimizar sus espacios liberando superficies si desean mantener rentabilidad. “Hoy, las empresas de siete pisos solo usan dos, y eso da paso a espacios ociosos. Lo más probable es que los dueños de estos edificios busquen soluciones comerciales y contractuales flexibles, o bien implementen Coworks propios, destinando, por ejemplo, el lunes para la empresa A, y el martes para la empresa B. Sin embargo, este tipo de contratos requieren sí o sí de un sistema de monitoreo de acceso de personas mucho más minucioso”, explica Cristóbal Muñoz, líder de control de acceso Smartki de Scharfstein Labs.

Bajo la mirada de expertos, los sistemas de control de accesos comunes y corrientes eran efectivos en sistemas de oficinas convencionales, donde se sabía qué personas asistían y cuándo, o se sabía que el recurso “espacio” era apto para recibirlas. Pero en espacios con funcionamiento híbrido, lo que se espera es el monitoreo en “modo taxímetro”, no por medio de la entrega de una llave en la que toda persona pueda hacer ingreso cuando desee.

Sobre este punto, Cristóbal Muñoz sostiene que “la pregunta es, ¿cómo controlo la realidad de esa flexibilidad físicamente? Hay cosas que escapan del control humano, porque si un administrador otorga una llave a cada persona, ésta podrá ingresar todos los días de la semana, y el monitoreo se complejizaría muchísimo”.

Así, el principal problema del mercado de oficinas es que están pensadas para un modelo de renta que ya cada vez es menos viable y la inseguridad aumenta. “Hoy los m2 que se necesitan son menos al estar en trabajo híbrido o no tener certeza de volver al 100% a las dependencias. Por ello, las nuevas tecnologías permiten ajustar el sistema de control de acceso a las necesidades actuales y dan herramientas a las empresas para preservar la seguridad y control físico sobre el uso del edificio”, comentan desde Scharfstein.


Tecnologías de control de acceso para oficinas híbridas

Las antiguas herramientas de monitoreo de personas en oficinas funcionaban bien cuando se tenía un determinado número de asistentes diario, o bien el recurso “espacio” era apto para recibir a todos quienes quisieran acceder a él. Sin embargo, ¿qué ocurre cuando enfrentamos un trabajo mixto?

“La tecnología permite que toda empresa o dueño de edificio que desee implementar un sistema de funcionamiento híbrido en sus oficinas pueda cumplir con él de forma íntegra sin dejar de lado el resguardo y control de ingreso y salida de trabajadores, con aplicaciones que hoy son muy sencillas de usar, sin tanta gestión humana, y de automatización de acceso para cumplir esas reglas de flexibilidad”, asegura Muñoz.

Siendo así, estas nuevas soluciones permitirían que tanto las empresas como los inversionistas ganen, ya que “no solo se pueden controlar los accesos de espacios físicos en los lugares de trabajo, sino también determinar quién puede acceder a la puerta principal y contar con claves de acceso dinámicas que se accionan según las necesidades de un trabajador u otro. Al mismo tiempo, estos sistemas inteligentes incorporan la opción de asignar las asistencias presenciales y quiénes continuarán en modalidad remota, siendo un alivio para las gerencias de Recursos Humanos”, agrega el desarrollador de Smartki en Chile.