El sector de la construcción en Chile atraviesa varias dificultades actualmente, como el alza de precios en los materiales, el actual déficit de vivienda, o las diferentes paralizaciones de proyectos. Ante esto, la Asociación de Constructores Civiles UC (ACCUC) mostró su preocupación a través de una carta, dirigida a las autoridades de gobierno.

En el documento, se menciona el rechazo al proyecto Egaña Comunidad Sustentable, por parte de la Comisión de Evaluación Ambiental de la Región Metropolitana.

Tal medida afecta hoy a más de 1.200 trabajadores, entre directos e indirectos; pero para el momento de mayor ejecución de obras, la iniciativa proyectaba sobre los 3.500 trabajadores, entre directos e indirectos.

Según la ACCUC, dicha obra se encontraba con los permisos de edificación y permisos ambientales al día, por lo que esta determinación provocó incertidumbre en la inversión. A esto se suman los efectos colaterales que traerá para las trabajadoras y los trabajadores, junto a las empresas involucradas, en tiempos inestables, que exigen cuidar el empleo.

La pandemia golpeó fuerte al rubro de la construcción, que aún no logra recuperarse y se mantiene con mucho esfuerzo. Producto del Covid-19, lo primero que afectó a esta industria fue la escasez de mano de obra y el aumento de los costos laborales.

También, el precio de los materiales se ha incrementado peligrosamente, con el Ministro de Vivienda, Carlos Montes, admitiendo que miles de viviendas sociales están en riesgo por el alto precio de los materiales.

A mediados del año pasado, el presidente de la Cámara Chilena de la Construcción (CChC), Antonio Errázuriz, dijo que en los meses de pandemia 2020, el sector perdió cerca de 450.000 empleos, de los cuales cerca de 300.000 se recuperaron los primeros meses de 2021. Se pensaba que la totalidad de los empleos perdidos se recuperarían durante comienzos de 2022.

Sin embargo, la cancelación del proyecto Egaña, además de generar el cierre de obras, también dejó a muchos contratistas sin su paga.

Esto ocurre porque una obra no comienza con sus fundaciones, sino que parte en la legislación y normativas que rigen la construcción en nuestro país. Si desde esa base surgen incongruencias para la obtención de los permisos, que luego se quieren desconocer, entonces se requiere una revisión más profunda.

Frente a esta situación, la ACCUC hizo un llamado a las autoridades a buscar soluciones, añadiendo que incluso la Subsecretaria del Ministerio de Hacienda, Claudia Sanhueza, reconoció que “se necesita la inversión privada en un sector que está decaído”.

El sector de la construcción en Chile trabaja en forma directa con unas 800 mil personas, aportando el 7% del PIB y el 9% del empleo nacional, además de ser una puerta de entrada al mundo laboral. Cabe destacar que el 33% de inversión en construcción corresponde a vivienda, mientras que un 67% corresponde a infraestructura.