Mediante una ceremonia oficial, con la presencia de Carlos Alvarado Quesada, Presidente de Costa Rica, se oficializó la entrega de cinco nuevos puentes que mejorarán el desplazamiento entre las localidades de Puerto Jiménez y Playa Carate.

Durante el evento de inauguración, el mandatario de Costa Rica fue acompañado por Rodolfo Méndez Mata, Ministro de Obras Públicas y Transporte (MOPT) de Colombia; y Victoria Hernández, Ministra de Economía y Encargada del Desarrollo en la Región de Brunca.

Estos dos puentes permiten que los usuarios y habitantes de la zona no se expongan al peligro que implica cruzar el río en época seca, ni a la imposibilidad de atravesarlo durante la temporada de lluvias.

El presidente de Costa Rica declaró que “el país poco a poco avanza hacia una apertura total y estas obras complementarias, así como los puentes serán de gran beneficio para la actividad turística de la que dependen tantas personas en playa Tamales, Punta Carbonera y Carate. Este afectará positivamente la reactivación económica en torno a la visitación al Parque Nacional Corcovado”.

Por su parte, el ministro Méndez Mata explicó que estos trabajos buscan restituir la transitabilidad por la zona, que se vio afectada principalmente en octubre y noviembre por varios fenómenos climatológicos hasta finales del año pasado.

El Secretario de Estado también añadió: “Tenemos un gran compromiso con esta región. Ya colocamos cinco puentes armables, tenemos otras obras pendientes, para que en un futuro próximo el poder ir a la escuela, a la cita médica, al trabajo o hacer turismo sea una realidad durante todo el año. Ahora estamos trabajando fuertemente para tener la carretera en condiciones de transitabilidad y que en Semana Santa muchas personas puedan hacer turismo en esta zona del país”.

Los cinco puentes que se planteó instalar entre Puerto Jiménez y Carate, están en servicio desde finales de 2021, luego de iniciar su colocación en marzo de aquel año. Se trata estructuras armables, ubicadas sobre las quebradas de Sombrero, Bijagual, Carbonera y Camañin, así como en el río Piro.

Junto al armado de las estructuras, se construyeron bastiones metálicos y rellenos de aproximación, con sus respectivos elementos de seguridad para acceder a cada uno de los puentes.