|
|
|
Una de las tendencias que se ha impuesto en el rubro inmobiliario, producto de la crisis sanitaria, son los proyectos de uso mixto.
Como explica Pablo Valderrama, Industrial Transactions Broker de JLL Chile, “debido al alza en el valor del suelo en ciertas comunas de la Región Metropolitana, los agentes inmobiliarios se han visto desafiados a reconvertir sus procesos para generar una rentabilidad que respalde la inversión. En ese sentido, prácticamente todos los edificios, residenciales o de oficinas, hoy en día incluyen placas comerciales o usos mixtos en sus primeros pisos. Algunos también mezclan los usos residencial y de oficinas, y en algunos casos hoteles”.
Bajo esta línea, la firma inmobiliaria detalla que modelos como las mini bodegas han venido creciendo fuertemente desde hace más de 10 años, en todas las zonas residenciales en desarrollo, donde la densificación y consiguiente optimización de espacios ha gatillado que la gente requiera arrendar espacios adicionales fuera de sus casas.
“Las minibodegas generalmente se ubican en los subterráneos o zócalos, pero también se han visto últimamente proyectos donde espacios que se habían construido para oficinas, por un tema de demanda de mercado se acondicionaron para ser usados como mini bodegas”, agrega el Broker de JLL Chile.
La firma experta en proyectos comerciales explica que la gente opta por tener bodegas o dark store en espacios de uso mixto principalmente por temas logísticos y de ubicación, en donde combinándolos con otro tipo de usos, como el residencial u oficinas, ayuda a que el proyecto como un todo sea rentable. “De otra manera sería mucho más difícil conseguir las ubicaciones necesarias para cumplir con los tiempos de despacho que demandan los clientes, manteniendo a su vez los costos del delivery en niveles que el negocio sea rentable”, agrega Valderrama. |