La basílica de la Sagrada Familia de Barcelona reanudó este lunes su construcción, paralizada a causa de la pandemia desde marzo pasado, con la intención de acabar este año la Torre de María, que alcanzará los 138 metros de altura.

En septiembre pasado se anunció la intención de acabar en 2021 la Torre de María, con la colocación al final de este año de un pináculo en forma de estrella en su cúspide. Esta torre no será sin embargo la más alta del templo, ya que está previsto que la Torre de Jesús se alce hasta los 172,5 metros de altura, con lo que se convertirá en el edificio más alto de la capital catalana.

De momento, las obras se centrarán específicamente en finalizar la Torre de María, la segunda más alta del conjunto de la basílica diseñada por Antoni Gaudí. Cuando se paralizaron las obras todos los niveles de esta torre ya estaban colocados y sólo faltaban los elementos de la parte más alta, de unos 25 metros en lo alto de la torre, que estará coronada por una estrella de 12 puntas iluminada.

Esta parte final de la torre se compone de tres partes, una corona de piedra de seis metros de altura que acaba con doce estrellas de forja, un fuste de 18 metros de altura de forma hiperboloide que acaba en tres brazos que sostienen la estrella y que se hace con 'trencadís' de tonos blancos y azules, y la estrella final, con un diámetro de 7,5 metros y 12 puntas de cristal texturados e iluminada por dentro.

Con la paralización de las obras, la construcción de la Sagrada Familia no podrá acabar en el año 2026 como estaba previsto y su finalización quedará condicionada al regreso de los turistas que, con las entradas de visita al templo, financiaban las obras.