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Desde que comenzó la pandemia del Coronavirus las autoridades sanitarias han recalcado la importancia de los cuidados de higiene como lavado de manos, de nuestra ropa, limpieza de superficies de contacto, además del distanciamiento social. Sin embargo, hay otro factor que ha tomado relevancia últimamente y es la ventilación de los lugares cerrados.
Diversos estudios han indicado como factores de riesgo los contactos múltiples y cercanos, la mala ventilación y el tiempo prolongado en las interacciones sociales. Recientemente, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha reconocido estos factores como importantes a la hora de ocupar espacios cerrados.
En nuestro país, científicos de la Universidad de Chile han afirmado que en espacios cerrados la distancia social no es garantía para prevenir el contagio debido a la concentración de partículas virales en el ambiente, por lo que han recomendado una frecuente ventilación en espacios cerrados.
Gerente de la Plataforma de Facility Management de Sodexo, Jorge Tamayo, explicó que “la entrada de aire fresco ahora es más importante que nunca ya que, hay pequeñas partículas del patógeno que permanecen en el aire que se diluyen cuando hay una correcta ventilación. Sin embargo, muchos lugares de trabajo no cuentan con esta posibilidad ya que tienen ventanas selladas”.
Ante esto, el experto aconsejó que se tenga especial cuidado en esta época con los aires acondicionados. “Al igual que los muebles y superficies que tengamos en las oficinas estos aparatos deben ser limpiados y sanitizados de forma continuada, además de hacer inspecciones cada cierto tiempo para revisar que esté todo funcionando de forma correcta”.
La OMS ha afirmado que los sistemas de aire acondicionado y ventilación si están bien mantenidos y operados no deberían aumentar el riesgo de transmisión de virus. “Para que un aire acondicionado esté bien mantenido además de la inspección periódica se deben utilizar filtros más eficientes, cambiarlos de acuerdo con las recomendaciones del fabricante y limpiar los sistemas de conductos habitualmente”, indicó.
Cuando un aire acondicionado no está bien mantenido este podría contribuir al incremento de los contagiados por dos factores: el sistema mismo podría recircular aire contaminado; y/o podría crear condiciones interiores (temperatura y humedad) que favorezcan la supervivencia del virus.
Con respecto a la temperatura en espacios cerrados, si bien en Chile no hay una norma que lo regule, la OIT recomienda mantenerla entre 20° y 25° C, renovando el aire permanentemente y una humedad relativa entre 40% y 60%. “En el caso de no contar con aire acondicionado, podría sustituirse con un purificador de aire, sin embargo también se debe realizar un mantenimiento adecuado siguiendo las recomendaciones del fabricante”, afirmó.
Sin embargo, Jorge Tamayo recalcó que lo primordial es siempre seguir las recomendaciones de las autoridades sanitarias de distanciamiento físico, la higiene de manos y uso de mascarilla, aunque contemos con entornos bien ventilados.
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