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Enormes presiones recibe el gobierno español de Pedro Sánchez por parte de sindicatos, arquitectos, médicos y autoridades políticas para decretar el cierre total de todas las actividades no esenciales, entre las que se encuentra la construcción, idea que es rechazada por las patronales del sector debido al enorme impacto económico que esto supondría.
Mientras en plena pandemia se construyen unas 150 mil viviendas y se emplean directamente más de 360 mil personas, arrecian las voces que piden decretar una cuarentena obligatoria en vista del empeoramiento de la situación. España es el país más afectado de Europa detrás de Italia
Asociación de Promotores Constructores de España (APCE) y de la Asociación de Promotores Inmobiliarios de Madrid (Asprima), Juan Antonio Gómez-Pintado, alertó del "enorme impacto económico" que tendría la paralización de la actividad por el Covid-19. "Los obreros están trabajando media jornada para no coincidir en los comedores, que son los sitios más peligrosos. Se les está tomando la temperatura en la entrada al trabajo", como aconseja el Ministerio de Sanidad.
La Confederación Española de Asociaciones de Fabricantes de Productos de Construcción (CEPCO) también se muestra a favor de mantener la actividad en la construcción. Su vicepresidente, Luis Rodulfo, sostiene: "Toda la confederación e industrias que la incluyen van a cumplir a rajatabla con lo que indique el Gobierno y la autoridad laboral y sanitaria con la máxima preocupación en la seguridad y salud de trabajadores de nuestra industria".
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