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Se cumple un nuevo aniversario del terremoto del 27F, una fecha que nos recuerda lo importante que son las construcciones antisísmicas en Chile, aunque este verano ese aniversario coincide con una segunda catástrofe: la peor sequía en el país desde que se tenga registro, una realidad de escasez hídrica que presiona al sector de la construcción con una nueva exigencia ya que, además de resistente a los terremotos, la edificación de viviendas debe ser más eficiente en el uso del agua.
“La solución Construcción Liviana en Seco (CLS) es una técnica que minimiza el consumo de agua en la obra, tiene una alta resistencia sísmica y es más rápida y eficiente en su proceso de instalación; además incorpora un aislante térmico en su interior, usualmente lana de vidrio o lana minera”, afirmó Ricardo Fernández, Gerente Técnico y Desarrollo Sostenible de Volcán.
Se trata de un método de construcción cada vez más utilizado en el país, en base a elementos muy livianos, lo que implica menos esfuerzos para la estructura (fundaciones, pilares, vigas, etc) en caso de sismos. Usa estructura básica, bastidores en perfiles de acero liviano y revestidos con diversos tipos de volcanita según la necesidad de aislación. Destaca por generar estructuras compartimentadas, con un mejor comportamiento sísmico debido a su baja masa y una gran capacidad de aislación térmica y sonora. Es debido a esta última característica que se utiliza mucho en edificaciones eficientes, ya que reduce el consumo de energía dedicado a climatización.
Comparada con los métodos convencionales de edificación, “el tabique construido con una solución de CLS -con dos volcanitas por lado- consume menos de la mitad de agua que una misma superficie de hormigón armado de 20cm”, afirmó el experto de Volcán.
En cuanto a su peso, puede ser de hasta el 10% lo que pesa el sistema convencional de construcción. Esto contrasta con las estructuras más pesadas que, sometidas al movimiento, exigen más a la estructura y cimentación, aumentando el riesgo de colapso.
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