Con la disposición y operación de maquinaria para el despeje de barro en la localidad de El Tránsito, que fue duramente afectada por deslizamientos de tierra e inundaciones ocurridos en la región de Atacama, el convenio de colaboración de la Cámara Chilena de la Construcción (CChC), Grupo Komatsu Cummins y Transportes Simunovic Ltda (Tiex) se aplicó en terreno para que la zona pueda volver a la normalidad lo antes posible.

“Disaster Relief” es el nombre del convenio consistente en la facilitación -en modalidad de préstamo gratuito- a las autoridades de aquellos equipos y dispositivos que estén disponibles en las bodegas de Komatsu Cummins tras la ocurrencia de una catástrofe. La idea es que estos equipos sean útiles para labores de reconstrucción, limpieza vial, remoción de escombros, generación de energía, entre otros. Komatsu Cummins puso a disposición de las autoridades de Atacama un cargador frontal Komatsu WA320

Es importante señalar que producto de esta emergencia climática hubo una persona fallecida, cientos de afectados y más de 90 viviendas con daños, según información de Onemi. Por tal tazón es que se declaró Estado de Catástrofe para las comunas de Alto del Carmen (donde se ubica El Tránsito), Chañaral, Tierra Amarilla, Copiapó y Diego de Almagro.

“Como Cámara sentimos una responsabilidad para poder apoyar con nuestras capacidades a las comunidades que se han visto afectadas por catástrofes naturales, un despliegue que ya realizamos con fuerza en medio de los aluviones que afectaron a la región en 2015, por lo que consideramos de primera importancia esta alianza con Komatsu y Tiex que nos permite actuar de manera oportuna y realizar acciones colaborativas en post de contribuir a superar estas emergencias”, comentó Carlos Aguirre, presidente de la CChC Copiapó.

Cabe destacar que la CChC viene apoyando a comunidades que han sufrido daños por eventos naturales desde el terremoto de 2010, donde destaca a nivel local la relevante labor realizada durante los aluviones de 2015, contexto en el cual se despejaron de lodo y escombros 29 kilómetros de calles (en un cuadrante de 230 hectáreas) en la ciudad de Copiapó.