Andratx, un pueblo turístico de Mallorca (España), vivió un álgido conflicto entre hoteleros y constructores: los primeros querían que los turistas que llenan sus hoteles no tuvieran que sufrir el ruido de las obras, mientras los segundos, llevaron a esta instanciasu oposición a la ordenanza que limita el ruido en verano.
Sin embargo, el Tribunal Supremo de Justicia de Baleares zanjó la controversia, al considerar ajustada a derecho la ordenanza municipal que prohíbe el uso de máquinas picadoras de construcción durante los meses de julio y agosto. Una normativa aprobada en el pleno el 27 de mayo de 2014 que incluye trituradores de hormigón, martillos picadores de mano e hidráulicos, y equipos de perforación.
Según consigna www.elpais.com, la sentenciarecuerda la directiva europea que legitima a los Estados a limitar el uso de máquinas en el medio ambiente para proteger a los ciudadanos de una exposición a ruidos irrazonable.
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