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Certificación de recauchaje de neumáticos. |
Si en Chile recaucháramos cada neumático tantas veces como lo hacen los países de la OCDE, se podría reducir en 18 mil toneladas la generación anual de neumáticos fuera de uso (NFU).
Por cada neumático de camión o bus que se recaucha, se evita producir entre 25 y 80 kilos de residuos sólidos y las problemáticas asociadas a su disposición y también se logra menores emisiones de gases de efecto invernadero.
Si bien la tasa actual de recauchaje en Chile es la mitad de la europea y solo un cuarto del nivel de Estados Unidos, el sector está dando grandes pasos para posicionarse como un eslabón primordial en el ciclo de vida del neumático, en el marco de la Ley 20.920 de Gestión de Residuos, Responsabilidad Extendida del Productor y Fomento al Reciclaje (REP).
Un ejemplo de ello es que 13 empresas recibieron la certificación de la Agencia de Sustentabilidad y Cambio Climático, tras implementar un Acuerdo de Producción Limpia (APL), suscrito en 2015, que promovió un estándar de calidad en el proceso de recauchaje, para garantizar que un neumático renovado es tan seguro como uno nuevo y con la ventaja de alargar su vida útil.
Así, las empresas lideradas por la Asociación de Renovadores y Recauchadores de Neumáticos de Chile -ARNEC- buscan promover el recauchaje de neumáticos, considerando que es una alternativa de prevención muy atractiva tanto para la industria del neumático como para las empresas de transporte. El costo de extender la vida útil de un neumático está entre un 20% y un 50% más barato que el de adquirir uno nuevo y evita generar neumáticos fuera de uso (NFU).
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