“El proyecto de ley de Integración Social Urbana sorteó la primera valla en el Congreso luego que la Comisión de Vivienda de la Cámara de Diputados aprobara recientemente la idea de legislar. Se trata de una esperanzadora señal frente a una iniciativa ampliamente esperada, no solo por gran parte de la ciudadanía, sino también por quienes pertenecemos al sector inmobiliario y de la construcción”, indica Rodrigo Boetsch, Gerente General de Inmobiliaria Boetsch, en una columna acerca del proyecto de ley de integración social.

El desafío de construir ciudades más amables, integradas y respetuosas del entorno atraviesa a prácticamente todo el sector, dice el ejecutivo. “De ahí que, desde las asociaciones gremiales que nos representan se haya instalado con fuerza la idea de la densificación equilibrada, como una manera de optimizar el acceso de oportunidades de la ciudad, mejorado así la calidad de vida de las personas”.

Es por ello que la propuesta del Ministerio de Vivienda de crear Zonas de Integración Urbana cobra tanto sentido, explica. Se trata de “espacios en los que —pese a tener un plan regulador restrictivo que no permitía la densificación— se establecerán beneficios normativos que podrán aplicarse siempre que sea para el desarrollo de proyectos de viviendas integradas”, describen en la Comisión de Vivienda de la Cámara de Diputados.

“Sin embargo, es importante aclarar que dichos beneficios no se tratan sólo de altura y constructibilidad, al contrario, dichos premios normativos deben apuntar a la densidad, o más bien, a la armonía entre altura, constructibilidad y densidad. No lograremos densificar con integración social en zonas que cumplan los requisitos urbanísticos e infraestructura requerido, si es que no se permita una mayor cantidad de unidades”, asegura Boetsch, agregando que se hace necesario integrar en estas comisiones a expertos técnicos, de lo contrario una buena propuesta de ley en su espíritu puede quedar solo en intenciones.

“Independiente de lo anterior, se hace necesario hacer esta propuesta transversal para cualquier terreno, para que iniciativas de integración social, tan mediáticas, realizadas por alcaldes de varias comunas en Santiago, puedan ser replicadas por los privados. Como en dichos lugares, así como también en la mayoría de las comunas céntricas de Santiago, el suelo escasea y se hace imposible hacer proyectos de integración social, se requiere incentivos normativos como los señalados anteriormente, para que los bajos márgenes de las viviendas vulnerables en estos suelos tan caros, sean neteados por los mayores márgenes por una mayor densificación que podrían optar estos proyectos de integración social con premios normativos”, continúa el Gerente General de Inmobiliaria Boetsch.

“La irrupción de estos proyectos no solo va a beneficiar a quienes vivan en ellos y a su entorno y barrio, sino también va a permitir regular el alza que ha tenido el precio de la vivienda, afectada últimamente por el valor del suelo y la incertidumbre jurídica. Así, la densificación equilibrada, la integración social y los beneficios normativos se unen para hacer mejores ciudades”, concluye Rodrigo Boetsch.