Las autoridades de la ciudad alemana de Duisburgo realizaron la demolición controlada del bloque conocido como "Weisser Riese" (Gigante Blanco), un edificio de 22 plantas con 320 viviendas deshabitado hace años y considerado un horror arquitectónico.

Los expertos utilizaron 290 kilos de explosivos, que en cuestión de segundos convirtieron la infraestructura en 48.000 toneladas de escombros.

Para el exitoso desarrollo de la operación fue necesario desalojar temporalmente de sus hogares a cerca de 2.500 vecinos de la zona.

El "Weisser Riese" fue construido en 1972 como un proyecto arquitectónico modélico, que pronto cayó en desgracia entre la ciudadanía hasta quedar prácticamente en desuso.

Las autoridades de Duisburgo, una de las ciudades más endeudadas de la ya desmantelada cuenca minera del Ruhr, planifican llevar a cabo una serie de demoliciones controladas para renovar el tejido ciudadano.

El gran terreno vacío se usará ahora para construir un nuevo parque ciudadano.