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En 2019, el consumo de cemento en España crecerá entre el 3% y el 6%, lo que supondrá una nueva ralentización después de que en 2018 el incremento se limitó al 8%, hasta los 13,4 millones de toneladas, según el Barómetro del Cemento que elabora la patronal Oficemen.
Este nivel está prácticamente un 40% por debajo del que el sector considera "normalizado", alrededor de las 22 millones de toneladas anuales.
Jesús Ortiz, Presidente de Oficemen, alertó sobré los altos costos energéticos que soporta el sector en España, a lo que se suma el aumento de los precios de los derechos de emisión de CO2 y el "bajo" nivel en que se encuentra la inversión en infraestructuras por parte de las Administraciones Públicas. Todo ello, a su juicio, provoca que sea "probable" que pueda haber "algún cierre de plantas" en el futuro próximo, después de que Cemex anunciara el año pasado la clausura de dos de sus fábricas.
Frente al crecimiento del consumo interno, que se sostiene fundamentalmente por la construcción de viviendas y la edificación no residencial, las cementeras españolas soportaron en el último ejercicio un nuevo deterioro de su exportación, cayendo en un 12%, hasta 8,1 millones de toneladas.
En este escenario, destaca www.eleconomista.es, el grado de utilización de las plantas se resiente, hasta el punto de que la producción de clínker, que representa el 80% del cemento, se situó en 2018 cerca de los 18 millones de toneladas, lo que apenas representa 60% de la capacidad total.
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