En busca de proyectos más ecológicos, los constructores están optando por la madera para edificios de oficinas, departamentos y campus universitarios.

No todos están de acuerdo con la tendencia. Persisten las inquietudes sobre la resistencia al fuego y la fuerza de la madera, así como su costo, que puede ser 30 por ciento más que los materiales tradicionales.

Sin embargo, sus defensores obtuvieron una enorme victoria el mes pasado cuando el Consejo Internacional de Códigos, un influyente grupo asesor en Washington, concluyó que algunos edificios de madera podían alcanzar hasta los 18 pisos, más del doble que la altura hoy permitida, sin poner en riesgo la seguridad.

Dos proyectos planeados en Wisconsin están hechos en su mayoría de madera. Uno es un edificio de oficinas de siete pisos. El otro es una torre de 201 unidades de lujo en renta que, con 21 pisos, sería el edificio de madera más alto en el Hemisferio Occidental.

A diferencia de la producción de concreto y acero, que genera enormes cantidades de dióxido de carbono, la creación de madera es un proceso relativamente poco contaminante, dijo Tim Gokhman, el Director de New Land Enterprises, que desarrolla los proyectos en Wisconsin. Los árboles también son fácilmente renovables, al alcanzar casi su tamaño completo en cuestión de una década, afirmó Jason Korb, un arquitecto de ambos proyectos de New Land.

Para quienes esperan que los edificios de madera asemejen cabañas de troncos, los proyectos actuales podrían llegar como una sorpresa. La mayoría de los edificios de madera tiene fachadas de metal o ladrillo, una estipulación de los códigos de construcción enfocados en restricciones antifuego, lo que significa que los edificios normalmente no sobresalen desde el exterior.

Sin embargo, por dentro, superficies de madera cuidadosamente estriada están a la vista, como en Carbon12, un condominio de 14 departamentos y 8 pisos en Oregon, actualmente la estructura de madera más alta en EE. UU.

Ben Kaiser, el desarrollador, señaló que además de sus beneficios verdes, los edificios de madera tienen buen desempeño en terremotos por su peso más ligero y flexibilidad.

Quienes proponen la madera aún deben superar un prejuicio de mucho tiempo. En el siglo XIX, los incendios eran un azote que generaban restricciones a este material.

Tampoco la madera es lo que solía ser. El declive de bosques vírgenes significa que los desarrolladores ya no pueden contar con enormes troncos individuales para sostener los pisos. En vez de ello, recurren a la madera sólida, un producto hecho de capas de picea o abeto aprisionadas de una manera parecida al triplay, pero con una apariencia más elegante.

La madera laminada encolada fortifica el T3, un edificio de oficinas de siete pisos construido hace tres años en Minnesota. El 82 por ciento del edificio revestido de acero está rentado a inquilinos como Amazon.

La madera sigue siendo costosa, pero el aspecto de línea de ensamblado en la producción de madera sólida, en la que las fábricas hacen paneles grandes y luego los ensamblan en la obra, ahorra tiempo y costos laborales.

Obtener aceptación para la madera sólida parece particularmente difícil en Nueva York. Pero se ha iniciado un puñado de proyectos en Brooklyn, entre ellos un par de edificios de oficinas. Esos edificios, de tres y cinco pisos, se apegan a los códigos municipales, que limitan los edificios de madera a siete pisos.

Ya que los terrenos son tan caros en Nueva York, un edificio bajo puede ser poco realista, dicen los desarrolladores. El límite de altura frustró a Jeff Spiritos, un desarrollador y ex ejecutivo de Hines, la empresa de bienes raíces que desarrolló T3. Pero Nueva York pronto podría ser más atractivo gracias a esa votación en diciembre del Consejo Internacional de Códigos.