Cada vez más chilenos están optando por adquirir una segunda propiedad, ya sea en la costa, cordillera o el campo. Todo, con el objetivo de rentabilizar sus ahorros e ingresos, además de tener la opción de contar con la vivienda para la temporada estival.

Y es que luego de una caída del 45% entre 2013 y 2017, los pronósticos son positivos para el mercado de segunda vivienda para el 2019. Además, si se hace la elección correcta, la propiedad puede tener a futuro un importante incremento en su plusvalía.

Por este motivo, Víctor Danús, Gerente General de ProUrbe, entrega algunas recomendaciones antes de tomar esta importante decisión de compra, lo que permitirá rentabilizar de mejor manera la inversión, al tiempo de tener un mejor panorama sobre lo que se busca.

“Es importante que el comprador evalúe bien su carga financiera y sus flujos de caja para no tener sorpresas en el pago del crédito, si esta es la forma de compra. La decisión de compra debe ser racional y que el beneficio sea mayor que el costo de la propiedad, explica Danús.

Para el ejecutivo de ProUrbe, algunos aspectos que no se deben dejar pasar son los costos de mantención, en especial en temporada baja. “Si bien el arriendo puede contribuir a financiar la segunda vivienda, hay que tomar en cuenta de que no siempre se logrará que el inmueble cuente con moradores y puede haber períodos sin estos ingresos extras”.

Otro factor determinante es dónde se emplazará la propiedad y elegir zonas que no estén cerca de potenciales riesgos asociados a eventos naturales, tales como socavones, posibles inundaciones, viviendas aledañas a quebradas, entre otros. “Si se ubicará en el borde costero, hay que considerar la posibilidad de marejadas o tsunamis, ya que vivimos en un país que no está exento de esto. Otro punto a tomar en cuenta es si está ubicada cerca de servicios y comercio, lo que puede contribuir a que tenga mayos plusvalía en el fututo”, sentencia Víctor Danús.