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Empresas Armas fue una de las grandes triunfadoras del Premio Aporte Urbano 2018, en la categoría “Innovación y Sustentabilidad”, una de las más llamativas del certamen.
El reconocimiento es por un desarrollo innovador y sustentable que se materializó en el norte de Chile: se trata de “Oasis de Chañaral”, en la Región de Atacama, trabajo colaborativo entre Armas, el Ministerio de Vivienda y Urbanismo de Chile y el Centro de Innovación en Madera de la Pontificia Universidad Católica de Chile (CIM UC). Su finalidad fue brindar un barrio y un hogar sustentable a afectados por el aluvión de Atacama en 2015.
Oasis de Chañaral integra 260 viviendas con importantes áreas comunes donde confluye la vida social, reforzada con huertos comunitarios, juegos infantiles, espacios para el reciclaje y máquinas de ejercicio libre. Destacan las áreas verdes del proyecto, que son regadas con aguas grises tratadas con el innovador sistema VIDA (Biofiltro Dinámico Aeróbico), que recupera el agua servida con lombrices y que permite ahorrar en hasta el 80% el consumo eléctrico.
La contribución ambiental no solo está circunscrita a las áreas comunes y a la infraestructura del barrio, ya que las viviendas, de dos y tres pisos de altura, están íntegramente construidas en madera industrializada, lo que minimiza el impacto sobre el medio ambiente. Los muros ventilados de las casas permiten mantener una temperatura interior de entre 15° y 25°, un 99% de las horas del año sin necesidad de sistemas que dependan de energía. Ello, sumado a los paneles fotovoltaicos que suministran gran parte del consumo eléctrico y sistemas solares térmicos que permiten contar con agua caliente, convierten a estas casas certificadas en consumo eficiente de energía clase AA.
Cristián Armas, Gerente General de Empresas Armas, señala que “podemos decir con orgullo que este es el mejor proyecto de reconstrucción que se ha hecho en Chile. El sistema de ahorro de energía o el de reciclaje de aguas grises, por ejemplo, constituyen una innovación sin precedentes para este tipo de iniciativas. Pero, lo más importante, es que esta tecnología e innovación está a disposición de personas que lo perdieron todo en el aluvión de Atacama y que hoy habitan una casa que no necesita calefacción ni aire acondicionado, que tiene bajo consumo eléctrico y que está en una excelente ubicación. Estamos felices de poder materializar proyectos que trasciendan y que dejan huella, como es nuestra vocación”.
No es primera vez que Armas es distinguido en PAU por su aporte social. De hecho, en la versión del año pasado del certamen, fue nominado el proyecto “Nueva Esperanza”, específicamente en la categoría “Mejor proyecto inmobiliario de vivienda subsidiable”. Este desarrollo habitacional, ubicado en Rancagua, se encontraba en un terreno que originalmente estaba afecto a expropiación pública, afectando directamente a una casona patrimonial, la Casa Butrón. Tras recoger la inquietud de los rancagüinos, que buscaban rescatar la histórica vivienda, Armas elaboró una estrategia de conservación, la que fue aceptada por la Municipalidad de Rancagua, y que consistió en mover el trazado de unas de las calles y en ceder la casa para que pudiera ser utilizada por la comunidad.
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