Un grupo de investigadores de la Universidad de Cape Town, en Sudáfrica, desarrolló un ladrillo hecho a base de orina humana, cuya producción podría ayudar a combatir el calentamiento global y a crear material de construcción de manera sostenible y ecológica.

Para crear el ladrillo se requiere de orina humana, arena y bacterias, que juntos crean tres productos: el ladrillo, nitrógeno y potasio, estos últimos dos utilizados ampliamente en fertilizantes.

En el proceso, consigna Noticias Ya, bacterias se unen a la arena y una enzima rompe componentes en la orina, creando carbonato de calcio a través de una compleja reacción química, lo que genera una especie de cemento que toma cualquier forma, en este caso, una rectangular del ladrillo.

Los ladrillos pueden ser tan duros como los requieran y no tienen olor, destacaron los científicos.

Este producto es una buena noticia para el medio ambiente, pues en la actualidad, la realización de ladrillos requiere procesos que toman altas temperaturas y liberan grandes cantidades de carbono a la atmósfera, mientras que la creación de ladrillos a base de orina se realiza a temperatura ambiente.

Asimismo, los residuos que se crean con la realización de los ladrillos, ayudan a crear fertilizantes naturales a base de componentes que, de forma natural, ya se están agotando en el planeta.