Quienes visitan Santa Elena de Chicureo, ubicada a sólo 25 minutos de Vitacura por la Autopista Los Libertadores, se impresionan por la belleza del paisaje rural que se extiende a ambos lados del Camino Diagonal que conduce a este proyecto inmobiliario, el cual se apresta a cumplir 10 años de vida.

A medida que se avanza por la ruta, se aprecia el cuidado paisajismo de este lugar –diseñado por la oficina norteamericana Royston Hanamoto Alley & Abey–, y que hasta la fecha, ha sido escogido como residencia por 850 familias. ¿Las razones? Alejarse del ajetreo de la ciudad, conectarse con la naturaleza, disfrutar la tranquilidad que ofrece la vida de barrio, tener casas más espaciosas y la posibilidad de practicar deportes al aire libre, son algunas de las más recurrentes.

Este polo inmobiliario, que ya ha iniciado su tercera etapa, posee tres barrios altamente consolidados, a cargo de Siena Inmobiliaria y Grupo Avellaneda Imsa-Adportas. Su oferta comprende once modelos de casas para distintos segmentos y necesidades, construidas en grandes terrenos y rodeadas de un entorno único. Desde sus inicios, Santa Elena adoptó una nueva forma de entender, diseñar y planificar los desarrollos urbanos, denominada ecourbanismo y que cada día tiene más influencia en los nuevos barrios que se proyectan en torno a las grandes urbes del mundo.

De acuerdo a los expertos, esta tendencia va mucho más allá de cumplir con la normativa vigente en materia de impacto ambiental o la eficiencia en la construcción de viviendas. Se trata de concebir y desarrollar una planificación urbana teniendo presente todos los aspectos medioambientales que comporta el uso de un terreno determinado, con el objetivo de desarrollar un proyecto respetuoso con su entorno, pero con un concepto moderno, de ciudad.

En este sentido, “el Plan Maestro de Santa Elena comprende el desarrollo paulatino de 1.048 hectáreas destinadas a Zona Urbana de Desarrollo Condicionado (ZUDC), considerando al mismo tiempo 274 hectáreas para parques y 200 hectáreas destinadas a preservación natural, a las que se suman las áreas verdes de cada uno de los condominios”, explica Diego Croquevielle, Gerente General del proyecto inmobiliario.

Como resultado de lo anterior, Santa Elena cuenta una media de 69 m2 de áreas verdes por habitante, lo que podría ser un récord si consideramos que Santiago tiene un promedio de sólo 4,5 metros cuadrados por habitante.

Santa Elena además se ubica en uno de los valles más verdes de Chicureo, donde existe una gran biodiversidad de flora y fauna. “Cuando se inició el proyecto, hubo un estudio con ornitólogos que observaron que varias especies de pájaros endémicos se habían ido perdiendo, por lo tanto, para el diseño del paisajismo, buscamos especies de árboles que nos permitieran recuperarlos. Fue un trabajo enorme darle a Santa Elena un microclima y un ambiente que les permitiera a las aves retornar”, recuerda Soledad Donoso, paisajista actualmente a cargo del proyecto.

La profesional explica que se desarrollaron áreas verdes con especies endémicas de la zona, como pimientos, espinos, algarrobos y brachichitos, privilegiando aquellas de bajo consumo de agua para eficientar el riego.

El valle además está coronado por los imponentes farellones del Cerro Caletones, que tiene un significado simbólico y es causa de orgullo para los residentes. “Desde sus inicios, el proyecto se ha encargado de su preservación y cuidado, en conjunto con la habilitación de senderos de trekking para que cualquier persona pueda disfrutar de las bondades de los cerros preandinos, a través de un acceso controlado, que permite la mantención natural del entorno y provee seguridad a los visitantes”, explica Diego Croquevielle.

Otro ícono del proyecto es su laguna artificial de 15.790 m2, que ya está consolidada como parte del ecosistema del valle. De acuerdo a su gerente general, este cuerpo de agua no sólo se proyectó por su atractivo y valor paisajístico, sino porque también proporciona un riego de calidad a un costo efectivo y en períodos de invierno ayuda a regular las aguas lluvias.

Junto con la planificación, el proyecto ha implementado iniciativas de gestión que permiten educar y generar hábitos sustentables entre sus residentes. No es casualidad que el Primer Punto Limpio de la Red TriCiclos, se haya instalado en Santa Elena, poniéndose hace años a la vanguardia en materia de reciclaje residencial. Entre otras actividades, organizan regularmente caminatas educativas por los cerros, talleres de reciclaje enfocado en los niños y jornadas de reciclaje electrónico, que cuentan con la participación entusiasta de la comunidad, que ha elegido vivir en barrios más ecológicamente sustentables, concepto que afortunadamente cada día se está integrando más fuertemente en los nuevos proyectos inmobiliarios de nuestro país.