La actividad de la construcción en Argentina soportó más de un año de indicadores negativos y destrucción de empleos, pero volvió a crecer en marzo. Según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), la actividad avanzó 10,8% interanual el mes pasado y un 1,8% desde febrero.

El principal motor de la construcción fue la revitalización de la obra pública. Los despachos de asfalto, insumo clave para la pavimentación, crecieron un 85,4% interanual y acumulan un incremento superior al 100% en el primer trimestre. Claro que la comparación es contra un período en el cual la actividad estaba paralizada, por la decisión de la administración de Mauricio Macri de detener los proyectos para auditar la herencia recibida. Así y todo, la construcción aceleró a todo vapor, en las vísperas de la carrera electoral.

La obra privada también mostró signos de recuperación. La superficie cubierta autorizada para construir emprendimientos privados creció 40,5% desde febrero y 3,5% interanual, aunque cae 1,4% en el acumulado de los tres primeros meses del año.

El Indec mostró, además, que la construcción recuperó puestos de trabajo en los dos primeros meses de 2017. La actividad emplea a 7376 personas más que en diciembre, aunque todavía ofrece casi 10.000 puestos menos que cuando Mauricio Macri tomó la Presidencia.