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Muchos expertos pronosticaron que la cuarta revolución industrial vendría de la mano de la tecnología y más específicamente con la llegada de los robots y la inteligencia artificial. Esta realidad se plasma cada vez más en las empresas, donde las máquinas ya empiezan a reemplazar a la mano de obra humana.
Un ejemplo de esta tendencia es el Semi-Automated Mason 100 (SAM), robot perfectamente cualificado para realizar todas las labores de un obrero de construcción civil, que tienen la habilidad de poner ladrillos seis veces más rápido que una persona, según confirmaron sus creadores a The Times.
Este robot logra poner una media de 3 mil ladrillos, mientras que los humanos solo alcanzan colocar 500 piezas en una jornada.
SAM está compuesto por una plataforma movible que se va adaptando a las características del terreno y estabiliza al robot, una bomba de cemento, un brazo robótico y un depósito para los ladrillos que le proporciona un operario.
A pesar que el uso de robots en las empresas de construcción ha provocado temor por los recortes de empleo, es cierto también que estos necesitarán ser supervisados y asistidos en la colocación de ladrillos en trabajos más complicados.
SAM no está pensado para sustituir la labor de los obreros de construcción, sino para trabajar en colaboración con ellos. Así lo aseguraron en Construction Robotics –sus fabricantes-, quienes indicaron que está diseñado para ser un compañero de los albañiles, destaca El Comercio.
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