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Durante los próximos días comenzará la edificación del nuevo edificio central del Aeropuerto Arturo Merino Benítez de Santiago, parte de un proyecto que considera la mayor transformación del terminal en sus cincuenta años de historia.
Es así como se construirá una suerte de ciudadela aérea de 265 mil m2, con capacidad para 30 millones de pasajeros al año, el doble de lo que transita hoy en el lugar.
El proyecto, por US$ 900 millones, comenzó a ejecutarse el 4 de noviembre pasado, con las faenas de los dos primeros espigones de cinco que en total se habilitarán hacia 2020. Estos dos brazos, que tienen cerca de 10% de ejecución, permitirán subir las actuales 18 mangas para aviones a 40 el próximo año. Luego, con otros tres espigones, esa capacidad subirá a 67 mangas.
El recinto permitirá aumentar los actuales 2.400 pasajeros por hora a 5.000. Incrementará los módulos de check-in desde 133 a 176, además de habilitar 32 sistemas de control de equipaje (el triple de lo actual) y 66 casetas de inmigración y 14 del Servicio Agrícola y Ganadero para revisar las maletas.
Para iniciar la construcción, dentro de este mes se comenzará a trasladar gradualmente el actual estacionamiento en superficie a un nuevo espacio habilitado por la concesionaria, denominado estacionamiento Maitén (de custodia) y Pehuén, que en conjunto sumarán dos mil aparcaderos.
La construcción del aeropuerto seguirá una lógica de rompecabezas para concretarse, debido a que debe asegurar condiciones mínimas para la creciente operación actual, que este año superará los 20 millones de pasajeros. De esa forma, una vez despejado el terreno del estacionamiento, se comenzará a construir el edificio del terminal. Luego, se irán demoliendo más sectores del aparcadero para avanzar en más etapas del edificio terminal.
La obra pudo iniciarse hace 15 días, pero espera la autorización del inspector fiscal del Ministerio de Obras Públicas para comenzar su ejecución.
"Globalmente es un proyecto complejo que tiene que ser orquestado en acciones para que todo pueda terminarse en el tiempo estimado. Es muy relevante porque necesitamos más capacidad. Para nosotros el crecimiento es la variable clave de nuestro modelo de negocios. La apuesta que hemos hecho con nuestros accionistas se basa en esto porque creemos en el potencial que tiene Chile de desarrollar su tráfico aéreo", afirma el Gerente General de la concesionaria Nuevo Pudahuel, a cargo del aeropuerto por 20 años, Nicolás Claude, en declaraciones recogidas por www.economiaynegocios.cl
El ejecutivo dice que los tiempos de ejecución son críticos y deben cumplirse, porque existen riesgos asociados. "Si no se concreta a tiempo y las nuevas aerolíneas no ven maneras de crecer, eso también puede detonar una decisión, como entrar o salir. Se pueden perder oportunidades", afirma.
El Ministro de Obras Públicas, Alberto Undurraga, descarta retrasos y dice que se cumplirá el compromiso de entregar el proyecto en 2020. "Hay ítems que pueden ir más rápido y otros más lentos, y estamos trabajando para que los plazos se cumplan y para que el 2018 tengamos la entrega parcial".
El titular del MOP dice que la construcción apunta a que Arturo Merino Benítez "vuelva a ser el mejor aeropuerto de Sudamérica. Eso requiere de inversión para aumentar la capacidad y tamaño del servicio, como el wifi gratuito, que aumentó su velocidad desde el 1 de enero pasado".
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