El incumplimiento de obligaciones contractuales en un escenario de desaceleración económica, es uno de los factores relevantes que está explicando el aumento de la conflictividad en la relación entre partes que mantienen un contrato comercial. Esto se refleja en el alza de 15,3% anual que registró en 2016 el ingreso de arbitrajes al Centro de Arbitraje y Mediación (CAM) de la Cámara de Comercio de Santiago, finalizando ese ejercicio con 324 casos.

El sector "Construcción y Obras de Ingeniería" concentró 19% de los arbitrajes, mientras que el "Inmobiliario" 14%, sumando ambos 33%. El segmento "Prestación de servicios" (subcontrataciones en materia de construcción y servicios profesionales) totalizó el 18%, según el CAM Santiago.

Sobre el alza de arbitrajes, la entidad dijo que "se debe principalmente al efecto de desaceleración que ha experimentado la economía del país, lo que ha generado que los intervinientes de los distintos sectores económicos, principalmente la micro y mediana empresa, hayan visto mermada su capacidad de cumplimiento de sus obligaciones contractuales".

A lo anterior, añadió el organismo, se suma la difusión de métodos alternativos de resolución de conflictos y "las ventajas comparativas que en ellos encuentran las partes, tales como la rapidez, eficiencia, calidad de los árbitros, especialidad y transparencias de los costos".

El CAM Santiago reconoció que en los últimos cuatro años destaca la tramitación de arbitrajes en materia de construcción e inmobiliario. Añadió que los contratos de construcción son complejos, "de ejecución diferida en el tiempo, de confianza recíproca y de estricto apego a la buena fe. Sin embargo, es frecuente que surjan entre las partes dificultades y controversias en relación a temas técnicos, legales y económicos" que no pueden ser solucionados entre estas. Los arbitrajes constan de etapas de discusión, prueba y fallo.


Pugnas con ministerios y mineras

El gerente de Infraestructura de la Cámara Chilena de la Construcción (CChC), Carlos Piaggio, recordó que en este rubro un tercio de los contratos de obras tiene algún grado de conflictividad que se ha traducido en juicios o arbitrajes.

Piaggio señaló que las divergencias surgen en un 80% durante la ejecución de las faenas. A la vez, sostuvo que el 85% de los conflictos ocurre en contratos de adhesión, es decir, aquellos donde no existe negociación entre el contratista y mandante, siendo este último quien define las pautas, ingenierías y presupuesto del trabajo a realizar.

A la vez, Piaggio indicó que los contratos de las constructoras con los ministerios del gobierno y en el sector minero son los más conflictivos y representan el 70% de los casos que presentan algún problema que derivó en juicio o relación tensa entre mandante y contratista.

Una de las razones del avance de los conflictos hasta llegar a tribunales, por ejemplo, es que no existen mecanismos en los contratos que permitan una solución temprana de las diferencias, comentó Piaggio. Añadió que una de las formas que podrían ayudar a resolver problemas, es la creación de un panel de expertos, similar al que existe en el sector de las concesiones de obras públicas, que entregue sustentos técnicos para que las partes tomen decisiones en el marco del acuerdo comercial.

Señaló que este año la CChC espera trabajar con la Contraloría y el Ministerio de Obras Públicas en mejorar la relación entre contratistas y mandantes.

El CAM Santiago señaló que desde 2015 y a petición de la CChC, se implementó un método de solución temprana de controversias denominado "Dispute Boards" que asiste a las partes en la resolución de sus desacuerdos mediante recomendaciones y decisiones emitidas por un panel de expertos independiente que se constituye al inicio de la ejecución del contrato.

Sobre el protagonismo del rubro inmobiliario, el director ejecutivo de la Asociación de Desarrolladores Inmobiliarios, Vicente Domínguez, comentó que quizás "es un problema de nomenclatura, pues hay muchos procesos de arrendamientos de oficinas o comercios y otros por el estilo que están rotulados como inmobiliarios".

Fuente: Economía y negocios