Daniela Núñez, Ingeniero Civil y Magister en Ingeniería Sísmica.

Por años, el estudiar ingeniería en estructuras, minas o mecánica en las universidades chilenas era preferencia mayoritaria del género masculino, dejando en minoría absoluta a las mujeres, debido a que se pensaba en trabajos de mucha aridez o de terreno, propios del género masculino, alejados de la sensibilidad femenina.

A pesar de la concepción masculina de la carrera en sí, esto ha se ha ido modificando con los años. Hasta hace una década, las mujeres que optaban por ingresar a un mundo dominado por los hombres eran muy pocas. Sin embargo, actualmente, podemos apreciar un enorme cambio, ya que hoy son cada vez más las mujeres que se incorporan al mundo de la ingeniería en nuestro país, las que han logrado, y con éxito, posicionarse en un mundo netamente masculino.

Un ejemplo de esta participación femenina es Daniela Núñez, Ingeniero Civil y Magister en Ingeniería Sísmica, mujer, madre, esposa y profesional a tiempo completo con 12 años de experiencia en una profesión que en la práctica ha sido dominada por los hombres. “Es verdad. La mujer ha comenzado a ser parte de este mundo masculino. Cuando entré a estudiar éramos solo cinco mujeres en mi curso y eso también se reflejaba en las obras, donde habían muy pocas. Hoy se puede decir que somos muchas, lo que se puede comprobar incluso en terreno, donde te puedes encontrar con ingenieras, arquitectas o mujeres desempeñándose como ITOs en obra”.

Daniela hace más de una década que se dedica al diseño estructural de edificios residenciales, y oficinas de hormigón armado, y edificios industriales en estructura de acero, mixtas y de hormigón. Esta amplia experiencia la ha realizado en la oficina de ingeniería estructural BMing, donde actualmente se desempeña como Ingeniero Jefe del Área de Diseño de Edificios Industriales.

“Hace mucho tiempo que soy parte de BMing, de hecho comencé como alumna en práctica, y me he desempeñado en todas las áreas de la empresa. Hoy, como Ingeniero Jefe del Área de Diseño de Edificios Industriales, el desafío ha sido grande, pero muy motivante, ya que exige no sólo conocimientos técnicos, sino también manejo de personas, interacción con clientes y otras especialidades, y criterios en toma de decisiones de terreno. Hay que tener en cuenta que en los proyectos, trabajamos muy cercanamente con el arquitecto, siendo el objetivo la seguridad estructural, pero respetando lo más posible la idea y conceptos creados por éste”, afirmó Daniela.

Junto con ello, señala respecto del éxito obtenido en el trabajo de tantos años: “Han cumplido un papel muy importante en dos aspectos: la filosofía de trabajo en BMing, que se trata siempre de dar la solución precisa a cada proyecto, incluso desarrollando sistemas de innovación para tales efectos, y la propia tecnología disponible en la oficina, mucha de esta desarrollada por BMing. El resultado son soluciones constructivas de última tecnología, muchas de éstas únicas, capaces de cumplir con los requerimientos más exigentes en cuanto a servicio y seguridad estructural, con reducción significativa de la inversión”.

“Nunca he tenido problemas por ser mujer y trabajar en algo que más bien es para los hombres. Siempre que voy a las obras me tratan súper bien y con respeto. Se cree que por ser mujeres se nos complica, pero no ha sido así. Yo voy a donde sea con mis zapatos de seguridad, mi casco y todo el equipo necesario. Además, cada vez veo a más mujeres en obra y no sólo en lo profesional, sino que también, pero en menor cantidad, en faenas más pesadas del trabajo de la construcción”, comentó Daniela.

Si bien estar con sus botas en la obra le apasiona a Daniela, necesita tener espacios donde el trabajo, por ese instante, no es prioridad. “Tengo hijos, me cambié hace poco de casa y eso por ahora me tiene a full fuera del trabajo. Por eso cuando salgo de la oficina, cambio el chip y listo. Y eso me tiene contenta también, porque tengo un trabajo que me permite tener en equilibrio todo. En BMing me dieron la oportunidad de hacer mi trabajo, sin dejar aparte para nada lo que significa ser mamá. Me entregaron un voto de confianza súper grande que en otras oficinas no siempre se lo entregan a una mujer”.