El primer ministro francés, Manuel Valls, anunció hoy un paquete de medidas, esencialmente exenciones fiscales, para reactivar la construcción de viviendas, sector a la baja considerado uno de los principales responsables del estancamiento económico.

"El Gobierno está determinado a revitalizar el círculo virtuoso" de la vivienda, la construcción de obra pública y la transición energética", señaló Valls en una conferencia de prensa para presentar el plan, que contiene algunas medidas de aplicación inmediata.

La más sobresaliente es que desde el próximo 1 de septiembre y hasta el 31 de diciembre tendrán una exención del 30 % en las plusvalías los que vendan suelo urbano para construir.

También con carácter excepcional, la donación de terrenos se beneficiará de una exención de 100.000 euros con la condición de que la operación sea para levantar viviendas.

El primer ministro socialista, que avanzó que próximamente se precisarán procedimientos para liberar suelo público, insistió en que "el relanzamiento de la construcción sólo es posible movilizando terrenos".

Igualmente señaló que "luchar contra la crisis de la vivienda necesita flexibilizar algunos dispositivos", y a ese respecto anunció ciertas reformas del bautizado con el nombre de la anterior ministra, la ecologista Cécile Duflot, al que reprochó que "sólo ha cumplido parcialmente los objetivos".

El elemento más paradigmático y más polémico del "dispositivo Duflot", la limitación del precio de los alquileres, se centrará en la ciudad de París y sólo con carácter experimental.

Además, los que inviertan en nuevas viviendas con la intención de acogerse a las desgravaciones que eso permite en Francia a condición de que las alquilen, podrán optar por un periodo obligatorio de alquiler de seis años, en lugar de nueve o doce hasta ahora.

En los considerados barrios difíciles (1.300 repartidos en 700 municipios), se aplicará un IVA reducido del 5,5 % para la construcción de vivienda nueva.

Podrá desgravarse hasta un 30 de las obras de renovación de las casas que se enmarcan en mejoras de desarrollo sostenible (básicamente un mayor aislamiento térmico), frente al 15 % hasta ahora.

Otras medidas se refieren a consentir mayores plazos de reembolso a las personas que, por no superar determinados niveles de ingresos, pueden acceder a los créditos sin interés, bonificados por el Estado.

Valls insistió en que "la vivienda social sigue siendo una prioridad para los franceses y para el Gobierno", de modo que "se respetarán" las reglas que impone a los ayuntamientos un porcentaje mínimo.

Precisó que ha dado instrucciones a los prefectos (delegados del Gobierno) para que imponga las sanciones previstas a los municipios incumplidores, y para que esos funcionarios puedan otorgar permisos de construcción cuando haya alcaldes refractarios.

Según el Ministerio de Vivienda, entre mayo y julio sólo se iniciaron 73.000 nuevas viviendas, un 13 % menos que en el mismo periodo de 2013.

De seguir esa tendencia, se calcula que este año sólo se levantarán 300.000 viviendas nuevas, frente al objetivo de 500.000 anuales que se había fijado en 2012 cuando inició su mandato el presidente francés, François Hollande.

Según el Instituto Nacional de Estadística, el descenso del sector de la construcción resta cuatro décimas anuales al producto interior bruto (PIB) francés, que se ha estancado en los dos primeros trimestres de 2014.

Foto: EFE.