Moldajes y andamios: Elementos claves
Flavio González Rojas destaca que un sistema de moldaje es importante en las edificaciones y obras civiles, ya que es una estructura de carácter transitorio que contiene y da forma al hormigón fresco mientras éste fragua y se rigidiza. “Una vez que se retira, se convierte en la cara visible del hormigón en forma permanente, por lo cual la calidad de terminación superficial y lisura de este material de construcción depende directamente del moldaje en el cual es elaborado (es la cara opuesta del hormigón rigidizado). Dada la condición anterior, pasa a ser un producto de primera necesidad en todo proyecto”, explica.
Agrega que en términos de costos, el valor actual del metro cuadrado de moldaje industrializado equivale a un 40 a 50% en relación a un metro cúbico de hormigón, en tanto que para un sistema de moldaje tradicional de casetones y madera, este costo baja hasta un 20% en relación al metro cúbico de hormigón. El profesional de INACAP comenta que es importante destacar que “el moldaje tradicional en base a placas y piezas de madera de pino, se termina perdiendo en la obra como excedente, y el moldaje industrializado, aunque tenga un mayor costo inicial como insumo, termina siendo una inversión rentable, puesto que se le puede dar mayor rotación o usos, haciendo que el elemento final de hormigón, como partida dentro de un presupuesto, sea de menor costo (valor amortizado)”.
Los andamios, por su parte, también constituyen un elemento muy relevante en diversas obras, marco dentro del cual han tenido un gran avance tecnológico, existiendo hoy plataformas que se instalan rápidamente, favoreciendo la productividad. Actualmente existen sistemas muy livianos y, al mismo tiempo, resistentes, con distintos sistemas de anclaje.
Cómo elegir
¿Qué aspectos importantes debe ofrecer un buen encofrado y andamio? Flavio González sostiene que “un moldaje o encofrado para hormigón debe ser liviano, duradero, de fácil transporte y colocación, maniobrable, indeformable, de superficies lisas y sin porosidades, estanco para asegurar el correcto moldeado del hormigón fresco sin pérdida de lechada, de fácil limpieza y retiro y, por sobretodo, resistente y estable para soportar su propio peso y las cargas generadas por la presión del hormigón”. En relación a los andamios, estos también deben ser estables y brindar seguridad a los obreros, por lo que se les han incorporado diversos dispositivos de prevención de riesgos.
El profesional de INACAP indica que, en general, tanto los moldajes y andamios han evolucionado hacia una condición más pequeña, liviana, maniobrable y segura, tanto en su manejo para el montaje como en su propia utilización operativa.
Innovaciones
En la evolución técnica de encofrados, Flavio González Rojas destaca los moldajes deslizantes o auto trepantes para faenas de hormigonado continuas, como por ejemplo la construcción de silos de almacenamiento de granos o materias primas, moldajes metálicos de aluminio y con superficies de placas fenólicas para una mayor calidad de terminación de hormigón a la vista, y moldajes con superficie estampadas para hormigones arquitectónicos. “Todo lo anterior implica mayor rotación o rapidez de utilización, facilitando su limpieza después de cada uso y ampliando su vida útil”, afirma.
En cuanto a los andamios, éstos también evolucionan constantemente, dando gran importancia a variables como la seguridad y prevención de riesgos, junto con el menor costo, razón por la cual se privilegia el uso de sistemas de andamiajes livianos, versátiles y seguros en su instalación, operación, retiro y transporte. Estos nuevos equipos, incluyen elementos tales como escalerillas, barandas, rodapié y anclajes para cuerdas de vida.
Conocimiento v/s normas
El Director de Carrera del Area Construcción de sede Concepción-Talcahuano de INACAP, plantea que, “como industria en general, existe todavía un bajo conocimiento y uso de la amplia oferta de nuevas tecnologías de moldajes y andamios existentes, las que se han ido tecnificando y especializando cada vez más, lo cual es una oportunidad para los proveedores de mostrar y demostrar las ventajas de sus usos, tal como ocurre en las diversas ferias nacionales de materiales y servicios para la construcción”. Añade que, en ocasiones, la baja utilización de estos sistemas, responde principalmente a su mayor costo en relación a los sistemas tradicionales o artesanales comúnmente utilizados en obras nacionales, a excepción de los grandes proyectos, en los que si incorporan estas nuevas tecnologías. “Este mayor costo también implica mano de obra especializada y una mayor capacitación de los operarios. En contraposición, se destacan las asesorías y apoyo técnico de las empresas proveedoras, desde la etapa de proyecto y posteriormente en obra”, explica.
En cuanto al ámbito normativo, señala que no existen normas técnicas en nuestro país para moldajes. Se trabaja directamente con las especificaciones técnicas de los proyectos y el diseño de los proveedores basados en las normas de los países de origen de cada una de las tecnologías de sus equipos. La Ley general de Urbanismo y Construcción no reglamenta el uso de moldajes y encofrados.
Agrega que en relación a la los andamios, la realidad es distinta, puesto que sí existen diversas normativas, asociadas fundamentalmente a su construcción y a la prevención de riesgo y seguridad de las personas durante su etapa de montaje y uso ( Nch 997 of 1999, Nch 998 of 1999,Nch 999 of 1999, Nch 2501/1 of 2000 y Nch 2501/2 of 2000).
Flavio González Rojas concluye que en el mercado de moldajes y andamios prima como tendencia la especialización y tecnificación, que se verifica en el mercado con una variada oferta de servicio de arriendo de andamios y moldajes modulares, según la necesidad del proyecto, destacando la asesoría desde la etapa del diseño hasta el apoyo técnico en obra.
