En opinión de Alberto Pose, Analista de Planificación de la Asociación Latinoamericana del Acero, Alacero, para 2012 se espera que el consumo de acero en Chile siga creciendo en la misma relación que el PIB -entre un 5% y un 6%- lo que corresponde aproximadamente a 2,7 millones de toneladas. “El sector de construcción explica un 40,3% del consumo de acero en el país, siendo a su vez el sector con la mayor actividad en 2011, con un crecimiento de 9%, que debería llegar a cerca de 15% en 2012”, afirma citando estimaciones del Instituto Chileno del Acero (ICHA).

A nivel global el escenario es parecido, sin embargo, casos puntuales por país hacen bajar las cifras generales. “El consumo de acero en América Latina experimentó en 2011 una desaceleración en el crecimiento, debido a una fuerte caída del consumo de acero en Brasil, país que representa una importante proporción del mercado siderúrgico latinoamericano. A pesar de este hecho, el consumo en Latinoamérica aumentó un 2,3%. Para 2012 se espera que el consumo de Brasil vuelva a tener tendencias positivas, con lo que se llegaría a un crecimiento regional cercano a 6%”, adelanta el ejecutivo de Alacero.

En Chile, el crecimiento experimentado por el acero comenzó a impulsar la actualización de su normativa, tarea que el Instituto Chileno del Acero emprendió ya hace una década. Hasta el momento, se ha revisado cerca de un 15% de las normas chilenas relativas a la industria del acero, y según Juan Carlos Gutiérrez, su Gerente General, el Instituto tiene un claro camino en la actualización normativa y su difusión. El objetivo es aumentar los requisitos mínimos que debe cumplir el material en sus diversas aplicaciones.

Ventajas a toda prueba

Versatilidad, modularidad y rapidez en el armado, son tres de las principales ventajas que ofrece el acero como material constructivo. Así opinan arquitectos como Andrea Korn, del Colegio de Arquitectos de Chile, quien explica que gracias a sus dimensiones se pueden salvar grandes luces (grandes estructuras con mínimas uniones), lo que con otro material significaría un mayor esfuerzo en juntas. “Hoy en día se valora mucho el tiempo de ejecución de una obra y para lograr elevar una infraestructura con los perfiles solamente tenemos que desplegarlo en terreno y luego unir como un mecano. Esta es una ventaja que venimos apreciando desde hace un par de décadas en los edificios de altura en acero y cristal llamados muros cortina. El único obstáculo podría ser su transporte, por el tamaño de sus piezas”, comenta. Para Alberto Pose, una de las grandes cualidades del acero son sus atributos antisísmicos en la construcción mixta, lo que sumado a la rapidez y flexibilidad, implica importantes reducciones de costo. A su juicio, esto ha permitido consolidar conceptos como el de la modularidad, es decir, edificaciones construidas industrialmente en estructura metálica, con módulos que se.