Un edificio de oficinas Titanium La Portada es un moderno edificio de oficinas, diseñado especialmente para aprovechar las panorámicas vistas de Santiago como son la Cordillera de los Andes y el Parque Metropolitano desde sus 52 pisos. Destaca también la gran galería del primer piso, de 14 metros de altura, destinada en gran parte al uso peatonal, con un exclusivo sector comercial, complementado en el exterior con paseos, tiendas, plazas y jardines. Desarrollado por profesionales chilenos encabezados por el arquitecto Abraham Senerman, el edificio es de propiedad de Inmobiliaria Titanium -sociedad formada por ASL Sencorp y el Grupo Bethia-, creada para el desarrollo de proyectos emblemáticos de renovación urbana y de diseño y construcción de vanguardia. Las cifras no dejan de impactar: 130.000 m² construidos, 194 m de altura, 72.000 m² de oficinas de plantas libres de hasta 2.000 m², un helipuerto doble para sus usuarios, siete niveles de subterráneos, 1.450 estacionamientos, tres accesos vehiculares y dos peatonales, y 25 ascensores, algunos de hasta siete metros por segundo, presurizados y con cabinas de mayor capacidad, son algunas de las características de Titanium La Portada. También son dignos de destacar sus 36.000 m² de vidrio en la fachada , 13.000 toneladas de acero y 150.000 toneladas de hormigón. Este proyecto también marcará tendencia en la forma de construir en el país, incorporando los temas medioambientales y de ahorro y eficiencia en el uso de los recursos al diseño, construcción y operación de los edificios. Titanium La Portada es el primer proyecto de oficinas en Chile certificado por el LEED Green Building Rating System®, sistema de certificación de edificios sustentables que garantiza un alto estándar de calidad de construcción, ubicación y conectividad, ahorro de energía, calidad del ambiente interior, innovación en el diseño y respeto por su entorno inmediato y medioambiente en general.
Un ejemplo en tecnología
 Uno de los mayores atributos del proyecto es su diseño, que incorpora amigablemente tecnología de última generación y elementos de seguridad. Destacan los disipadores de energía, diagonales metálicas que se ubican en los extremos del edificio y que permitirán disminuir las deformaciones por efecto de sismos. Además, la torre se sometió a un túnel de viento, que arrojó información relevante tanto para el cálculo de la estructura principal del edificio como para el desarrollo del muro cortina y, finalmente, dar el mayor bienestar a sus usuarios.
Para el aire acondicionado se racionalizó el consumo energético, haciendo que cada piso sea autosuficiente con su propia central de frío y calor, mediante la tecnología de Flujo de Refrigerante Variable.
Otros hitos a destacar
La excavación a 25 m de profundidad no fue tradicional, pues incorporó muros de hormigón armado, ubicados de forma descendente en las superficies laterales del terreno, para la construcción de las fundaciones y los siete niveles de subterráneo. También fue singular la construcción de muros hacia abajo: la cantidad de agua que comenzó a surgir a medida que se avanzaba con la excavación, obligó a hacer las paredes de contención en forma paralela, lo que implicaba la construcción de muros hacia abajo, eliminando el uso de pilas y permitiendo con ello una fortificación más densificada, además de un estándar de seguridad más alto. Otros hitos son el hormigonado en altura -cerca del 80% del hormigón usado en el edificio fue bombeado incluso a 194 metros de altura-; su diseño amigable para insertarse en su entorno, con vistas panorámicas desde todos los pisos al oriente y poniente de Santiago; y el uso de grúas trepadoras o basculantes, que ofrecen un mayor grado de precisión al momento de colocar los objetos, aunque era la primera vez que se montaban y operaban en Chile.
Por otra parte, los estacionamientos se abordaron con una propuesta diferente, con espacios para vehículos de bajas emisiones contaminantes y estacionamiento preferencial para otros medios que no sean autos, como bicicletas y motos, entre otros. |
