Dentro de este nuevo contexto es fundamental el desarrollo de nuevas tecnologías en construcción que puedan sostener a mediano y largo plazo el impacto que la obra provoca al medioambiente y, al mismo tiempo, promover el concepto de eficiencia energética y la aplicación y desarrollo de nuevas tecnologías en relación a la producción de energías renovables. Experiencia europea A partir del Protocolo de Kyoto (entrada en rigor en 2004), en el cual la gran mayoría de los países europeos se compromete con metas claras a una reducción de los gases invernaderos para el año 2012, las políticas gubernamentales y regionales auspician, premian e incentivan económicamente la utilización de energías renovables y limpias. Hoy en día en países con los mayores compromisos ambientales como el Reino Unido, Alemania, Francia, Italia y el norte de Europa, se proyecta y construye otorgando gran énfasis al consumo energético final de la edificación y a la utilización de procesos constructivos limpios e industrializados durante el desarrollo de la construcción. Cada día son más las edificaciones que se encuentran en consumos energético muy bajos entre 20 y 40 kWh/m², las cuales incorporan sistemas de aprovechamiento energético pasivo, altos y adecuados niveles de aislación térmica e incorporan el aprovechamiento de energías renovables para calefacción, refrigeración, consumos eléctricos y agua caliente sanitaria. Considerando un compromiso ambiental, no sólo se deben evaluar los consumos finales de la edificación, sino que también de los procesos de elaboración que dan origen al material de construcción; qué nivel de consumos energéticos son requeridos y qué daños al medioambiente producen. De esta manera, podemos concluir en una apreciación real qué índice de sostenibilidad posee nuestra edificación. Prefabricación en Chile, proceso sostenible En el año 2012 se reevaluará el Protocolo de Kyoto y se impondrán nuevas metas en el marco de un nuevo protocolo. En este contexto, Chile como país en vías de desarrollo debe desarrollar estrategias, asumir compromisos y responsabilidades en relación al daño ambiental y al efecto invernadero global. La utilización de sistemas constructivos prefabricados no sólo asegura un alto estándar de calidad, sino que también un aprovechamiento sostenible de los recursos energéticos durante la construcción. La fabricación de elementos prefabricados mediante procesos industrializados ofrece una optimización y ahorro energético durante el proceso de fabricación de cada uno de sus elementos. Teniendo en consideración que la implementación de estos sistemas otorga gran rapidez a la construcción del proyecto, se disminuye en un un promedio del 70% la emisión de polvos, ruidos y emisiones tóxicas en comparación a una construcción de manera tradicional, como también permite su eventual reutilización y desmantelamiento de manera limpia. Estos sistemas, utilizados en conjunto a un buen aprovechamiento de las energías renovables y limpias, buenos niveles de aislación térmica e incorporando un buen diseño para el aprovechamiento pasivo y natural de la energía, se transforman en elementos principales para el desarrollo de una construcción sostenible, verde y respetuosa con el medioambiente: la construcción del futuro. |