En diciembre de 2007, Constructora FV Ltda. formó un consorcio con la empresa Construcciones y Pavimentos, sociedad que se creó para llevar a cabo la construcción del by pass en las inmediaciones de Copiapó, en la III Región. Este proyecto, que forma parte del plan de mejoramiento de la Ruta C-386 por parte del MOP, permitirá disminuir los problemas de seguridad y congestión que se generan con el paso de la Ruta 5 Norte por la zona urbana de dicha ciudad. El nuevo trazado tendrá una longitud de poco más de 30 kms y contempla la construcción de una calzada de siete metros con concreto asfáltico y bermas de 2,5 metros. Además, se construirán dos enlaces desnivelados en la intersección del by pass con la Ruta 5, incluyendo un nuevo puente sobre el río Copiapó en el sector de Toledo. "Uno de los aspectos más relevantes a considerar era el tema de la seguridad. Por tal motivo se llevó a cabo un estudio al respecto, con el objeto de incluir los mejores estándares, tal cual lo exigía el demandante", señala Vera. "Dentro de las alternativas, y junto a elementos como pinturas y señalizaciones, escogimos instalar sistemas de contención, referidos a defensas metálicas y de hormigón", agrega. El profesional del Consorcio COP-FV, explica que en materia de defensas de hormigón, el demandante debía decidir entre el sistema tradicional con defensas prefabricadas y moldaje metálico, o una nueva alternativa basada en el diseño de la norma estadounidense AASHTO. "El problema de la alternativa prefabricada tradicional, es que el nivel de contención frente a un impacto es bastante menor y al ser diseñadas como módulo, necesitan un ancho de trabajo mayor", sostiene. A su vez, la segunda opción, que debía ser ejecutada con una máquina pavimentadora, ofrecía "mayor rendimiento, rapidez y calidad de terminación, garantizando además la posibilidad de ejecutar una defensa monolítica continua", sostiene el ingeniero. Dedicación y eficiencia Por tal motivo, la licitación fue otorgada a la empresa constructora Hormitec -que de antemano había trabajado por separado con ambas empresas constructoras, ejecutando soleras tipo A, con zarpas y cunetas revestidas, con una pavimentadora de molde deslizante (in situ)- , la cual ofreció ejecutar las labores de confección de barreras de hormigón en obra, con la correspondiente máquina pavimentadora, lo cual implicaba una ventaja práctica para su colocación y de comportamiento, una vez puestas en funcionamiento. Este proveedor, perteneciente al grupo de empresas LEIS, se dedica a ejecutar obras de ingeniería y construcción de alta calidad y a desarrollar además trabajos in situ. En este último sentido, la posibilidad de trabajar el hormigón fresco implica también una ventaja en cuanto a ingeniería de construcción, resolviendo de manera efectiva, por ejemplo, todas las curvas que se presentan en terreno. "Si bien teníamos la máquina y el molde, el mayor desafío consistía en trabajar con el diseño de una norma nueva, tanto para ellos como para nosotros", argumenta Vera. "Sin embargo, Hormitec respondió muy bien; trajo personal capacitado directamente desde Estados Unidos y habilitó su pavimentadora para operar tal cual se hace en ese país", sostiene. La labor de Hormitec se concentró en desarrollar las defensas de hormigón, equivalentes a un total de 4.500 metros. Seguro y limpio La elevada productividad de este sistema, que puede llegar incluso por sobre los 400 ml/diarios, hace de este método una eficiente y limpia opción. "En nuestro caso, hemos logrado promedios sobre los 200 metros línea por día, equivalentes a 60 m³ diarios, un aspecto que me parece bastante destacable", asegura Vera. "El hecho de trabajar con esta forma in situ, equivale a un rendimiento cercano al doble con respecto a la otra alternativa, ya que con mucho esfuerzo, creo que con el sistema tradicional, hubiésemos llegado a cerca de 100 metros", agrega. Además, por tratarse de un elemento monolítico, construido con molde continuo deslizado, no requiere cordón de respaldo y el hecho de que sea confeccionado in situ permite darle la forma que se desee según los requerimientos del proyecto. El Ingeniero Residente de la obra, afirma que el desarrollo del proyecto bajo esta modalidad requiere una menor cuadrilla de trabajadores y un reducido tamaño de equipo. Ambos factores "permiten realizar una labor bastante amigable dentro de las actividades de la faena, en comparación con otro sistema constructivo", señala. Otra de las ventajas comparativas que ofrece esta solución, es que no interfiere en el cronograma de obras, ya que la defensa in situ puede ser ejecutada antes o después de realizar la calzada. "Es un sistema muy limpio y seguro, con escaso nivel de riesgo para sus operarios y terceros", señala Vera. "Se evita toda la operación de carguío, traslado y descarga del sistema tradicional con los riesgos asociados a este tipo de faena", concluye. |