Una de las principales ventajas respecto a otros métodos de protección contra el fuego, es que la PI no interfiere las formas de los perfiles estructurales y entonces puede dejarse la estructura “a la vista”, con lo que se logra potenciar un sentido arquitectónico de las obras.

La PI, en el ámbito de la construcción, se usa normalmente en las edificaciones en acero, ya sea obras industriales (plantas, galpones, bodegas) o de uso público (aeropuertos, centros comerciales, etc.)

Como la PI es una formulación química, son los distintos componentes los que le confieren sus propiedades, por lo mismo hay una constante innovación en el desarrollo de nuevos componentes o mezclas de ellos que permiten mejorar el desempeño de la pintura, esto es, obtener mayores tiempos de resistencia al fuego, disminuir espesores o mejorar aspectos de aplicabilidad.

• La legislación exige un determinado rating de resistencia al fuego a una estructura, por ejemplo un F-60, F-90, etc., que representa un indicador del tiempo mínimo que la estructura debe soportar antes de un posible colapso. Este punto es de gran importancia porque no basta con cualquier nivel de protección (relación entre pintura-espesor-masividad del elemento), debe protegerse para lograr el objetivo requerido. Por lo mismo, aplicar PI (o cualquier otro producto) no tiene sentido si no se demuestra el cumplimiento del rating requerido.

La protección se basa en dar aislación térmica a la estructura, para tener un rango de tiempo hasta que el aumento de temperatura del acero puede llevarlo a situación de colapso.

• La cantidad de protección (espesor de PI que debe aplicarse) depende de 3 factores: la calidad de la pintura, el rating de resistencia al fuego requerido, y la masividad del perfil protegido.

• Las correlaciones entre masividad1 / espesor de PI / resistencia al fuego se obtienen a través de la ejecución de ensayos de resistencia al fuego. Los resultados son específicos para cada pintura (distintas pinturas, distintos resultados).

• Una ficha técnica de una PI debe incluir esas correlaciones, de modo de permitir al diseñador evaluar cuanta PI se requiere en cada elemento estructural. Como se mencionó antes, no basta con decir que la PI protege (se expande), debe cuantificarse esa protección porque eso es lo que exige nuestra legislación.

• La PI es una “preparación” que se hace en fábrica, el cambio en alguno de sus componentes puede entregar grandes variaciones en su desempeño frente a incendios, por lo mismo se requiere una instancia de certificación de producción que garantice que cada recipiente (generalmente tinetas) de PI producida cumple con lo indicado en la respectiva ficha técnica.

Desafortunadamente este conocimiento no siempre existe en el sector de profesionales de la construcción, y por lo mismo suelen presentarse situaciones donde los aspectos anteriores no son contemplados, y en consecuencia la aplicación incorrecta o la eventual alteración de los productos pueden constituir un alto riesgo para la seguridad de los ocupantes.

En cuanto al conocimiento de la mano de obra respecto de una correcta aplicación, éste es de vital importancia. El aplicador debe por un lado cumplir con todas las recomendaciones de aplicación del fabricante de la PI y por otro aplicar la pintura de tal manera que se cumpla con los requisitos de espesores del proyecto.

A esto debe sumarse la necesidad de una inspección de obra que sea capaz de:

• Medir los espesores de PI aplicados.

• Comparar esa información con la ficha técnica de la PI y las masividades de los perfiles protegidos.

• Detectar posibles adulteraciones de la PI aplicada.

• Finalmente, evaluar si se cumple o no el rating de resistencia al fuego exigido.

• Hace algunos años se dictó la norma NCh 3040 “Prevención de incendio en edificios - Pinturas intumescentes aplicadas en elementos estructurales de acero - Inspección”, la que permite uniformar los parámetros de inspección de la PI.

Cabe señalar que existe una amplia variedad de PI en el mercado, casi todas las empresas fabricantes de pinturas la producen.

DICTUC cuenta con el área de Ingeniería de Protección contra el Fuego (IPF), que surgió a fines de los 90 con el fin de desarrollar un laboratorio especializado que colaborara con el sector de la construcción, para ampliar su conocimiento y disponibilidad de servicios, así como para mejorar el comportamiento de los materiales ante requerimientos de fuego. Esta área de DICTUC posee uno de los hornos de ensayos de resistencia al fuego más modernos de Latinoamérica, capaz de ensayar PI y cualquier otro material.

Respecto a pintura intumescente, IPF puede entregar los servicios de ensayos, que permiten caracterizar el comportamiento de la pintura y obtener las correlaciones entre masividad / espesor de PI / resistencia al fuego antes indicadas. También es posible realizar certificación de producción de PI lote a lote, de inspección en terreno de aplicaciones de PI, evaluación del cumplimiento de requisitos, y capacitación, específicamente en este tema se desarrolló el curso “Protección Pasiva con Pinturas Intumescentes, Morteros Proyectados y Otros Escudos: Fundamentos, Comportamiento y Normativa de Inspección”.