Cuando Carlos Mercado egresó de la Universidad de Chile, el año 1965, no existía lo que hoy se conoce como ingeniería civil con mención en construcción, especialidad que define mucho mejor el trabajo que ha venido desarrollando durante más de 43 años dedicado al desarrollo de la infraestructura. En ausencia de esa alternativa, se tituló como ingeniero civil estructural, tras lo cual inició su carrera en Endesa y luego en Ingendesa, filial de la anterior. Durante ese tiempo tuvo la oportunidad de participar en terreno de la construcción de la Central El Toro, Alto Polcura, Antuco, Colbún Machicura, Pehuenche, Pangue y Ralco, entre otras.

Durante todo este tiempo destaca que lo más importante que le ha tocado presenciar es el enorme salto que ha dado la infraestructura de Chile durante los últimos años. "Basta recordar lo que implicaba viajar al sur en la década de los sesenta: una vía de alto riesgo, donde los choques se sucedían a diario".

Puentes, autopistas, puertos y más

"Chile ha registrado un crecimiento exponencial de su infraestructura durante los últimos años", señala. En el ámbito de los puentes, recuerda que muchos no tenían la capacidad para sostener camiones de cierto tonelaje, lo que provocaba que, por ejemplo, para trasladar los transformadores de la Central El Toro, desde puertos a la faena, el puente del Salto del Laja no era capaz de soportarlos, por lo que había que trasladar la carga en ferrocarril y en Los Angeles, en el terminal de Iansa, traspasarla a camiones en una maniobra muy delicada y peligrosa. Luego había que vadear el Río Rucué, porque también le faltaba capacidad al puente existente.

Gentileza Metro.

En la actualidad, a juicio del especialista, las carreteras tienen la dotación de puentes necesaria, con doble vía y cruces de tréboles, lo que da cuenta de un mejoramiento sustancial.

En el área de infraestructura de ciudad, el país disfruta hoy día de muy buenas autopistas urbanas, como el Proyecto Costanera Norte, que se destaca no sólo en el país, sino que en toda Latinoamérica. "Haberse metido debajo del río es un logro ingenieril que no cualquiera puede mostrar. Tenemos además el Túnel San Cristóbal, que también traerá beneficios".

En relación a la infraestructura vial, Mercado destaca también todo el desarrollo que ha posibilitado el Plan de Concesiones, gracias al cual hoy tenemos una carretera de dos vías que une al país desde La Serena hasta Puerto Montt.

En el ámbito de los puertos y los sistemas de carga se puede mencionar otro tanto. Décadas atrás la grúa que había en Talcahuano era a vapor y con ella se alcanzaba la mayor potencia que disponía el país, con la cual se podían descargar los transformadores de más de 100 toneladas que se utilizaban en las centrales hidroeléctricas.

A nivel eléctrico, en los años 60 el voltaje máximo de transmisión era de 154 mil V, a diferencia de los 500 mil que hay en la actualidad, esto, sin contar los avances que se van a registrar tras la construcción de la primera línea de corriente continua de Chile.

En cuanto a las comunicaciones, Mercado recuerda los sistemas que se utilizaban durante la construcción de la Central El Toro, donde los teléfonos eran a base de magneto, con telefonistas, lo que dificultaba enormemente la transmisión de información técnica, vital para el desarrollo de las obras.

De esta forma, a juicio de Carlos Mercado, el nivel alcanzado por Chile lo pone en el punto más alto de desarrollo de toda la Región. Todo esto, gracias en buena parte al éxito del Plan de Concesiones, que en Chile ha visto su primera y mejor experiencia de la Región, la que ha empezado a ser imitada por otros países.

Desarrollo profesional y tecnológico

En el ámbito de la construcción existe una clara tendencia hacia la especialización de los profesionales. "En la época en que yo egresé como ingeniero los profesionales se formaban de manera más generalista, principalmente motivados por la falta de recursos tecnológicos en la faenas. Los mismos problemas de comunicación en las obras nos obligaban a saber un poco de todo y a resolver problemas basados muchas veces en algo de experiencia o parte en la intuición. El escenario hoy día es muy distinto y el avance tecnológico requiere en cambio de trabajadores más especializados".

Por otro lado, estos mismos problemas de comunicación exigían a los profesionales fijar factores de seguridad mucho más altos, lo que hoy día se realiza de manera más acotada, con el consecuente ahorro de materiales y trabajo.

En el ámbito tecnológico asociado a la infraestructura, el profesional destaca que en Chile se están utilizando las últimas tecnologías existentes en el mundo. "En términos de avance, lo único que no hemos utilizado en la construcción del Metro son las famosas tuneleras, principalmente porque en términos de costo no se compensan y porque instalar una tunelera implica disminuir significativamente la mano de obra, lo que implica una gran responsabilidad social también. Por otro lado, Santiago tiene muy buenos suelos, lo que significa que con las tecnologías que usamos podemos avanzar con muy buenos rendimientos, similares a los que se obtienen con las tuneleras".

Eje dinamizador

En la actualidad, la infraestructura es el gran eje dinamizador de la construcción en Chile, generando más puestos de trabajo que cualquier otra área. "Los índices de cesantía sin duda serían otros sin el fuerte desarrollo de la infraestructura", señala el profesional.

Gentileza Metro.

En el marco de la construcción de la línea del Metro que va hacia Maipú, con 14 kilómetros y 12 estaciones, se estima en más de cuatro mil 500 el número de trabajadores que participan directamente, y hasta entre cuatro mil 500 y nueve mil más de manera indirecta, entre empresas de transporte y proveedores externos en general.

"Estamos viviendo una crisis que aún no podemos determinar qué efectos tendrá. En la construcción ya se están viendo sus efectos, con una serie de obras que se han suspendido. En este escenario, las obras públicas son sin duda un motor importante de movilización del sector. En el caso del Metro, no hemos sufrido las consecuencias de la llamada crisis, sólo las recomendaciones naturales de ser cada vez más eficientes con el uso de los recursos. Tenemos muchos proyectos, que seguirán en desarrollo, con una serie de etapas para inaugurar a fines de este año y otro tanto a fines de 2010".

En palabras del ingeniero, Metro es el eje estructurante del Transantiago, y seguirá creciendo sin obstáculos a partir de estas arterias que son cada una de las extensiones.

En este contexto, el gran desafío que le cabe a la empresa privada es adquirir la capacidad tanto tecnológica como a nivel de capacitación de trabajadores, para hacer frente a los importantes proyectos que se están realizando y que se seguirán extendiendo por los próximos años.