¿Cómo funcionan en obra los sistemas prefabricados?
Es un método constructivo en base a montajes de distintas partidas que vienen prefabricadas. En otras palabras, es un mecano que puede tomar diferentes formas y alturas dependiendo de las características y necesidades de cada proyecto, y que al estar basado en estructuras metálicas -más livianas- requiere de fundaciones de menor volumen. Estas estructuras metálicas se montan en un terreno y comienza el proceso de montaje. Es, en esencia, un sistema constructivo bastante libre, que logra tomar las formas que cualquier arquitecto quiera para un edificio institucional de hasta tres pisos.

¿Con qué otros materiales trabajan?
Nuestros muros son de panel con núcleo aislante y chapas metálicas, pre-pintado al horno. Gracias a eso no cambian sus propiedades, se limpian sólo con agua y no requieren ningún otro tipo de tratamiento, al contrario de los edificios enlucidos o estucados. En cuanto a las cubiertas, también son de paneles similares a los muros. Se trata de materiales que además de ser eficientes cuentan con un estándar de calidad de fábrica, por lo tanto, garantizamos la calidad de un edificio gracias a que trabajamos con materiales cien por ciento certificados.

¿A qué mercados están orientados?
Principalmente a edificios institucionales. Hemos llevado a cabo proyectos como colegios, universidades, consultorios de salud, construcciones mineras como casinos y camarines, junto con galpones industriales y oficinas. Ya contamos con 50 obras a lo largo de todo el país, con resultados que nos enorgullecen, porque más de 20 de ellas están situadas en la zona del pasado terremoto y ninguna sufrió daños. La calidad y la garantía que ofrece este sistema son tales, que en estos cinco años de trabajo nunca hemos hecho una reparación importante, es decir, no hemos tenido necesidad de atención de postventa.

¿Qué ventajas destacan del sistema de prefabricados?
Una de las grandes cualidades de nuestro sistema constructivo es que requiere un tiempo de ejecución en obra mucho menor. Por ejemplo, si el sistema tradicional demora un promedio de 6 a 9 meses en construir un edificio de entre 1.000 y 4.000 m², de 1 piso hasta 3 pisos, nosotros nos demoramos sólo 3 meses. Y eso tiene dos grandes ventajas: el menor costo asociado a un período de trabajo mucho más corto y el poder responder a una demanda constante del mercado, que es construir en forma urgente; como ocurre en el mercado de la educación, que necesita comenzar y terminar una obra en la época de vacaciones.

Otra ventaja es el alto nivel de asepsia de los muros prefabricados, porque al ser pre-pintados al horno eliminan la posibilidad de que se les adhieran partículas, hongos o bacterias, lo que los hace ideales para construcciones orientadas a la manipulación de alimentos y centros de salud. Igualmente, nuestro servicio también tiene otros aspectos destacables, porque no somos sólo una empresa que construye, sino que además entregamos un servicio integral, que incluye desde el apoyo en el diseño del edificio, hasta la entrega final, abarcando los permisos municipales y la recepción de los distintos organismos; algo bastante inédito en el mercado. Es un sistema llave en mano.