El edificio, cuyo uso principal son oficinas, se efectuó para un negocio inmobiliario cuya mejor rentabilidad estaba en vender el máximo construible de plantas libres de oficinas repetidas en altura, locales comerciales a nivel de calle y estacionamientos en subterráneos, construyendo las mínimas áreas comunes necesarias para servir adecuadamente las superficies vendibles.

Optimizando los espacios

En este contexto, la obra se proyectó como un volumen simple y claro, compuesto por una torre principal de 17 pisos, con forma de paralelepípedo regular, que cae directamente al suelo en la esquina abierta a la plaza que la enfrenta, abrazada por un volumen más bajo y cerrado, de 10 pisos. La estructura del edificio es de hormigón armado, que quedó a la vista en vigas y pilares, en tanto que los muros se revistieron en granito gris.

En cuanto a las fachadas, las de la torre más alta permiten apreciar la yuxtaposición de los pisos, que reciben abundante luz natural, y las vistas lejanas con ventanales corridos. Los antepechos son vigas invertidas, soportadas por la mínima repartición de pilares cilíndricos, según la luz que la sección de éstas permite salvar, y la distribución variable de cargas en la altura del edificio. Los cristales especificados son de alto rendimiento, posibilitando el control térmico de los interiores sin necesidad de quiebrasoles. Las fachadas del segundo volumen fueron tratadas como muros con vanos regulares para protegerse visualmente de la cercanía de los vecinos.

El núcleo de circulación vertical se colocó en la crujía interior de las plantas grandes, que coincide con la crujía del lado oriente de las plantas más pequeñas en el volumen superior recogido, quedando abierto el tramo superior de las escaleras de seguridad. Por la trascara de estas escaleras cruzadas en forma de tijera, está la batería de ascensores que abren directamente al interior de las oficinas. Esta solución del núcleo central es apta para la venta de pisos completos y disminuye la incidencia de las áreas comunes construidas respecto de las superficies vendibles del edificio.

Los pisos de oficinas alcanzan a ser servidos desde el perímetro por las redes eléctricas y de climatización, y por terminales ubicados en el núcleo central junto a instalaciones para baños, de modo de prescindir de cielos falsos, con la consiguiente ganancia de altura interior y número de pisos. Las losas postensadas salvan grandes luces sin resaltes de vigas y quedan apoyadas en su perímetro, los muros del núcleo central y sólo cuatro pilares en las plantas grandes y uno en las pequeñas, logrando superficies de ocupación muy flexibles con grandes áreas despejadas de elementos estructurales. La existencia de antepechos facilita la colocación del mobiliario de oficinas y da cumplimiento a las normas de protección contra incendios. Estos contienen los avances horizontales de los ductos de climatización y de electricidad.

Asimetría estructural

La asimetría estructural dada por la mayor rigidez de los muros portantes perforados del volumen envolvente respecto a la elasticidad de las fachadas de la torre, produciría momentos de rotación y oscilaciones en los pisos altos, que fueron neutralizados por una retícula variable de diagonales y pilares capaz de compensar las rigideces del edificio. El diseño de las fachadas de la torre corresponde a la ecualización de las rigideces de un volumen asimétrico, realizado mediante un proceso interactivo con el cálculo estructural tendiente a emparejar las cargas de los pilares cilíndricos que tienen igual sección y similar resistencia, de modo que no quedaran elementos estructurales sobrantes. Es así como las fachadas muestran el diagrama estructural de cargas estáticas y dinámicas, reflejando la condición inestable de nuestro suelo sísmico.

La construcción subterránea, destinada a estacionamientos, es de una magnitud similar a la levantada sobre el nivel del suelo. La superficie de estas cuatro y media plantas en el subsuelo es de 7.007 m², donde, aparte de estanques, bodega y recintos de servicio, caben los 252 estacionamientos requeridos, con una ocupación de aproximadamente 27 m² por auto. Este rendimiento se consigue con una solución de cuatro y medio pisos desfasados, cada mitad de 16 m de ancho para dar cabida justa a calles centrales con estacionamientos a ambos lados, comunicados por la rampa de circulación. La ubicación de las columnas de descarga estructural del edificio y de soporte de las losas de subterráneos debió ceñirse a la modulación de estacionamientos de 2,5 m.