Según un reciente estudio realizado para Philips por la consultora Market AAD y el portal Voltimum, casi el 75% de los profesionales relacionados con soluciones de alumbrado afirma haber comprado o prescrito productos con tecnología LED.

Para el 60% de los ingenieros, distribuidores, instaladores y arquitectos encuestados, ésta es la tecnología del futuro, tanto por su eficiencia como por sus aplicaciones, según informa la compañía holandesa.

El ingeniero civil eléctrico Luis Camilla, experto en temas de electricidad, asegura que la tecnología LED ha dado grandes pasos en su afán de penetrar los diversos sectores industriales, pero cree que esta solución constituye sólo una alternativa dentro de otros sistemas y que, finalmente, terminará aplicándose en proyectos específicos.

"Una de las barreras más importantes que ha logrado derribar la tecnología LED, tiene que ver con su adaptación al mercado eléctrico actual, que incluye, por ejemplo, una industria asociada a la fabricación de soquetes estandarizados para ampolletas incandescentes y tubos fluorescentes, que cuenta con una tecnológica probada y que ha existido durante muchos años", explica el profesional. "Es así como el LED se adaptó a la realidad existente y hoy está desarrollando luminarias adaptables a los soquetes existentes", agrega.

El Director de las Carreras de Electricidad y Electrónica de DuocUC Antonio Varas, asegura que otro elemento que pesa es el sistema estandarizado de alimentación de la energía eléctrica (220V/50hz), el cual, al ser modificado por una cantidad de voltios diferente, necesariamente requiere elementos externos para que funcione. "Al igual que lo hizo la industria que desarrolla ampolletas de ahorro energético, el LED también se adaptó a este tipo de sistema, ya que hoy en día utiliza una aplicación electrónica que permite incluir, entre otros, un transformador y un elevador de tensión", explica Camilla. "Es decir, además de una tecnología de iluminación, se está desarrollando una solución de adaptación de energía eléctrica que requiere el LED para su óptimo uso".

¿Y el rubro de la construcción?

Sin embargo, Camilla plantea que pese a la adaptación y desarrollo que ha experimentando en el último tiempo la tecnología LED, es preciso reconocer que este tipo de aplicación no constituye una "panacea", capaz de de resolver las diferentes problemáticas y desafíos asociados al segmento de la iluminación.

Asegura que existen ciertos rubros, como el área de iluminación pública, por ejemplo, que no son los más adecuados para introducir y desarrollar la tecnología LED, ya que los requerimientos son diferentes. "Aquí se utilizan luminarias específicas, como sodio a alta presión o mercurio, más aptas y eficientes, que poseen además una emisión bastante buena", asegura. "Desde el punto de vista económico, no hay diferencias sustanciales; además, la iluminación pública tiene como finalidad que exista un nivel de iluminación que garantice, por ejemplo, la seguridad".

Cabe mencionar que según los datos del estudio realizado para Philips, los segmentos donde más se están utilizando soluciones con esta tecnología son la señalización (56,1%), el uso doméstico (54%), el comercio (42%) y las oficinas (32,7%).

Respecto a estas cifras, y refiriéndose específicamente al mercado de la construcción, Camilla asegura que este segmento requiere la utilización de materiales en forma masiva, por lo cual resulta primordial contar con elementos "buenos, bonitos y baratos", y que tengan la capacidad de adaptarse a la realidad del mercado actual. "Por eso ya está comenzando a utilizarse paulatinamente el sistema LED en este rubro. Pero esto no ocurre de un día para otro; la construcción es una industria dinámica, pero que presenta cambios más graduales de acuerdo a sus propios parámetros", sostiene.

A juicio del académico del DuocUC, las principales áreas dentro del rubro de la construcción que poseen mayor desarrollo y potencial para utilizar la tecnología LED son las tiendas comerciales y los supermercados, particularmente lugares donde la iluminación y el color son factores relevantes. "Si se instala un tubo fluorescente o una ampolleta de ahorro de energía en una tienda, el color que se logra es diferente, cambia el tono. Su frecuencia de radiación es diferente. En cambio, el LED otorga una fidelidad de colores absoluta y es capaz de irradiar todas las frecuencias".

Ahorros importantes

En opinión de Camilla, junto a la fidelidad de color, la otra gran ventaja que entrega la tecnología LED radica en el ahorro energético, ya que la duración de un foco puede sobrepasar las 100 mil horas, por lo cual cuentan con una vida útil muy amplia.

"En comparación a ampolletas halógenas, que emiten del orden de 15 lúmenes por watts, una aplicación LED puede emitir hasta 150 lm/W, lo cual permite ahorrar hasta 10 veces más en consumo de energía. Se emite mucha más luz y se requiere menos voltaje para iluminar el mism espacio", asegura.

Sin embargo, el profesional sostiene que estos tipos de inversiones no son pequeñas y que se requiere llevar a cabo modificaciones importantes, como es el caso de un sistema de iluminación completo en un centro comercial. "Eso sí, hay que considerar que el retorno de la inversión se compensa en un plazo breve, cerca de dos años. La vida útil de la ampolleta es 20 veces mayor, el ahorro de energía también es alto, y baja considerablemente el nivel de mantención".

Camilla afirma que los profesionales del sector de la construcción, en especial los arquitectos, están tomando conciencia de este aspecto y, cada día más, asumen que la iluminación es un factor relevante dentro de la construcción. "Para el cliente también es un tema importante, ya que desea comprar un artículo que realmente tenga el color que escogió en la tienda".

Además, la oferta de tecnología LED está presente en el mercado local y es bastante buena, indica el ingeniero. Existe una gran cantidad de empresas nacionales e internacionales que se dedican plenamente a este rubro. "La demanda va a ir creciendo, porque estamos comenzando a ver una oferta más general, no tan específica como hasta hace poco tiempo", asegura.

"Una constructora sabe que su proyecto de edificación no tendrá problemas de abastecimiento con los materiales requeridos, ya que los plazos que se manejan son amplios. No veo mayores complicaciones en ese sentido", concluye.