El proyecto privilegia la orientación nororiente y nor poniente en todos sus espacios habitables, logrando un asoleamiento que optimiza su acondicionamiento térmico, especialmente en primavera, otoño e invierno, considerando que se emplaza en un clima más bien frío. De esta geometría nace y se prolonga, en voladizo hacia el lago, en hormigón armado, la piscina temperada, la cual es vidriada tanto en sus costados y cubierta, recibiendo así la radiación solar durante todo el día.

Se planteó una arquitectura contemporánea que no busca imitar el estilo típico de la zona “mezcla alemanachilota”, sino que se utilizó el hormigón armado en su estructura, que se deja a la vista manifestándose de manera honesta y en algunos casos hasta brutalista hacia sus exteriores e interiores. De esta forma se lograron grandes aperturas hacia el exterior, incorporando el paisaje sin competir, sino que dialogando con la imponente naturaleza del lugar.

Enfrentando a la ruta 225, el muro cortina con estructura metálica de cuatro alturas con más de 14.00 m, que recrea el entramado del bosque, contiene las circulaciones tanto horizontales como verticales del edificio. Esta permeabilidad brinda al espacio y su recorrido una conexión visual con los cerros y laderas hacia el sur de la vía, los cuales forman parte del proyecto integral considerando invernaderos y cultivos orgánicos de explotación artesanal que abastecerán al propio hotel.

Hacia esta misma fachada, y separada por un muro revestido en ciprés de Las Guaitecas , se encuentra el cubo de acceso, también de hormigón armado, rotado en 45º proveniente de la misma geometría interior, con perforaciones superiores con profundidad para dar más cuerpo al volumen.

El programa considera en el nivel de acceso el hall, recepción, lobby, bar, estares, baños públicos y tres habitaciones. Desde allí se baja al nivel -1, donde se encuentran el comedor, ba- ños públicos, gimnasio, piscina y SPA; y se conecta con el Centro de Eventos que también tiene un segundo acceso directo desde el nivel exterior.

Hacia los pisos dos y tres se encuentra el resto de habitaciones, 16 en total, incluidas cuatro suites, y en el cuarto nivel, una terraza superior para una futura ampliación de seis habitaciones.

El segundo subterráneo, a nivel del lago, contiene los estacionamientos para lanchas, motos de agua, kayaks e implementos para práctica de deportes náuticos, que se bajan directamente por rampa hacia el lago desde el muelle del hotel.

En su materialidad, se destacan, además del hormigón, las basas de ciprés de Las Guaitecas que conforman todas las gradas de escaleras, tabla de esta misma madera en exteriores y SPA, maderas nativas en revestimientos y pisos, piedra laja y volcánica de la zona, complementando su arquitectura e interiorismo, llenando de vida, calidez y aromas sus espacios.