“Vivimos en una época donde relajarse es todo un reto, sobre todo si optamos por hacerlo en grandes ciudades, las cuales tienden a crecer indiscriminadamente. Por esto, al plantearnos un proyecto inmobiliario, no podemos perder de vista lo más importante de todo, que son las personas que habitarán nuestros proyectos. Ese es el enfoque que marca la diferencia y que hay que potenciar con el diseño, los estándares de eficiencia y proyecciones comerciales”. Así lo señala Loreto Malig, Subgerente Comercial de Inmobiliaria Urbes, quien indica que “al poner una mirada humana, entendemos de inmediato que es esencial entregar proyectos que den la posibilidad a sus habitantes de ser felices en sus espacios, y una de las fuentes de mayor felicidad para el ser humano es el poder compartir gratos momentos con sus amigos y familiares. En ese sentido, las áreas comunes son una inversión de alta plusvalía, aumentan el confort y dan una mejor calidad de vida a sus habitantes”.

En el caso de piscinas instaladas en proyectos inmobiliarios, la ejecutiva sostiene que la tendencia es acercar los espacios a lo natural, usar colores y texturas que evoquen la naturaleza y que entreguen la posibilidad de compartir en un ambiente de relajo, “ya que sabemos que esto funciona como una suerte de amortiguador del estrés. Evidentemente, lo vamos aplicando según el tipo de proyecto que realicemos. Si se trata de un edificio donde predominan los departamentos de un dormitorio, enfocado en profesionales jóvenes y parejas, integramos las piscinas con terrazas diseñadas para celebrar en grupo, con iluminación de vanguardia, que permita resaltar las mejores escenas y ampliar las horas de disfrute al atardecer, incluso de noche, cuando el clima acompaña. Si se trata de proyectos familiares, es lógico complementar con una piscina para niños, que permite integrar al grupo familiar con tranquilidad”.

Las terrazas con grandes superficies, que evocan plazas, con paisajismos generosos y juegos para niños, logran conectar a la familia y seres queridos, enfocarse en lo más importante y olvidarse del ajetreo diario, explica Loreto Malig.

En virtud de lo anterior, precisa que son un área valorada, pues permiten disfrutar de un espacio abierto, cómodo, diseñado para integrar, sin la necesidad de invadir los espacios interiores. “Hacen posible pasar un tiempo relajado, solo o en grupo, disfrutar de una cerveza al aire libre o simplemente leer bajo un quitasol. Por esa razón, hemos puesto especial énfasis en diseñar estos espacios en nuestros proyectos Amanda y Eloísa”.

El mobiliario utilizado marca la diferencia si es diseñado a la medida para la terraza; así se aprovechan los espacios y la distribución es óptima. Hay una tendencia hacia la integración de mobiliario hecho en obra por su durabilidad. “En nuestros proyectos, intentamos hacer una mezcla para dar mayor flexibilidad, siempre acompañado de detalles de decoración con elementos y texturas nobles, que den calidez”, plantea la Subgerente Comercial de Inmobiliaria Urbes. Otro elemento clave es la iluminación, ya que invita a ampliar los momentos y compartir gratas noches.

“La preferencia de terrazas tipo roof está en boga, sobre todo si el proyecto está enfocado a profesionales jóvenes o parejas. Sin embargo, en aquellos proyectos desarrollados para grupos familiares, se conserva la preferencia por las terrazas en el primer piso, por seguridad, y la posibilidad de complementar con juegos infantiles y áreas verdes”, concluye Loreto Malig.

Las áreas verdes son esenciales en un proyecto habitacional y uno de los atributos más valorados. En este sentido, la experta comenta que “está comprobado que la conexión con la naturaleza ayuda a la liberar estrés y desconectarse de la rutina. En grandes ciudades, esto cobra mayor importancia por la escasez de áreas verdes disponibles.

Al momento de diseñar un proyecto siempre es recomendable ir más allá de la normativa establecida para superficies verdes y enfocarnos en la potencia que adquiere un proyecto que entrega zonas de paisajismo más amplias, que inviten a recorrer y no solo a contemplar”.

Añade que “las áreas verdes han pasado a tener mayores funcionalidades en los proyectos habitacionales, integrándolas a otras áreas como la de entrenamiento funcional, que permite desarrollar una actividad física a pasos de tu departamento sin la necesidad de gastar tiempo en traslados, o los quinchos al aire libre, o la simple posibilidad de hacer un picnic en el césped. Además, no nos olvidemos de que las mascotas, que son parte importante de las familias, y también necesitan un espacio donde salir a caminar y ejercitarse”.

Un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Waterloo, en Canadá, afirma que sencillas intervenciones en el diseño urbanístico de las ciudades pueden aumentar el bienestar y las conexiones sociales.

Los espacios verdes y los colores empleados en el diseño urbano son asociados a niveles más altos de felicidad, a una mayor confianza entre las personas y a una mejor gestión medioambiental que los lugares sin esas características.

La Organización de las Naciones Unidas recomienda a los países que las ciudades deben tener por lo menos 16 m² de áreas verdes por persona. Y es lo que ocurre en Chile con Vitacura, que obtuvo el primer lugar en el Índice de Calidad de Vida Urbana (ICVU), un análisis a escala comunal de la Cámara Chilena de la Construcción CChC.

Esta comuna muestra 18,86 m² de espacios verdes por habitante. Recientemente, el alcalde Raúl Torrealba afirmó que esta característica se debe a que su instalación “es una de las políticas que hemos diseñado hace más de 25 años. Los recursos materiales son importantes, pero mucho más lo es la capacidad de gestión y la decisión de la comuna por llevar adelante estos proyectos”.

Para la arquitecta y Gerente General de Inmobiliaria Exxacon, Nicole Solé, la cercanía a parques y áreas verdes son un must y son parte de las exigencias de quienes buscan una vivienda. El proyecto Walk de Exxacon, por ejemplo, está solo a 20 minutos del circuito de trote del Parque Bicentenario en Vitacura y a pasos de El Mañío y de sitios de entretención y cultura. “Llegar caminando a los mejores lugares, no desperdiciar tiempo en tacos o largos traslados; ese es un lujo que permite una ubicación privilegiada; el sector de El Mañío cumple con estas características”, destaca.

Otro estudio del Laboratorio de Paisaje y Salud Mental de la Universidad de Illinois, en Estados Unidos, dice que los niños que juegan en áreas verdes tienen menos posibilidades de tener déficit atencional o ser hiperactivos, y que el estar cerca de árboles y plantas es una gran ayuda en el tratamiento de los niños que tienen estos diagnósticos. En segundo lugar, los espacios verdes acercan a las personas al aire libre, por lo que hay más personas en estos espacios y por ende existe más vigilancia y seguridad.