Las fachadas ventiladas constituyen un sistema de envolvente o piel exterior de los edificios, que se compone por un vacío entre el revestimiento interior y el exterior, explica Uwe Rohwedder, Director de carreras Arquitectura y Arquitectura del Paisaje de la Universidad Central.

El profesional agrega que, entre sus características destacan, por una parte, la componente de diseño, que por la diversidad de materiales logra efectos estéticos específicos y, por otra, la aislación acústica y térmica.

Producto del vacío entre el revestimiento interior y el exterior, este sistema permite mejorar significativamente las propiedades térmicas y controlar de mejor manera las humedades que podrían afectar a los distintos materiales utilizados.

El académico sostiene que “las fachadas ventiladas, al constituir una doble piel o cáscara permiten defenderse mejor desde los aspectos bioclimáticos, los que además de proteger mejor del sol en verano, también aportan de mejor manera a lidiar con el frío en invierno. Esto, a su vez, se traduce en confort térmico, siendo lo más importante la eficiencia energética, con lo que hacemos edificios más sustentables que gastan menos energía”.

Complementando lo anterior, Pablo Sills, profesor del Departamento de Arquitectura de la USM, indica que estas mejoras que se reflejan en una reducción de la temperatura de la envolvente de muros expuestos a radiación solar, redundan no solo en un mejor confort interior, sino que también en menos gasto de energía en refrigeración.

“También el control al paso de la humedad evita patologías como son las condensaciones intersticiales, que deterioran los materiales como aislantes térmicos, y la proliferación de hongos al interior, con el consecuente daño a la salud”, añade.

Estética exterior  

Rohwedder señala que la componente diseño es una de las características principales de las fachadas ventiladas y que, producto de la actual existencia de múltiples materiales, se pueden obtener texturas, colores, brillos y reflejos para lograr efectos estéticos particulares y caracterizaciones únicas, muchas veces requeridas para lograr imágenes corporativas.

Sills acota que, además de las variadas posibilidades de materiales disponibles, que normalmente son panelizadas, permitiendo combinación de formatos, al ser independientes de la función estructural de los muros, se pueden cambiar en el tiempo sin comprometer el desempeño de la estabilidad de los mismos.

En cuanto a la amplia oferta de paneles y placas para constituir fachadas ventiladas, el Director de carrera de la Universidad Central señala que abarcan fibrocemento, maderas tratadas, aleaciones metálicas, pétreas, granito, polímeros, porcelanatos y fenólicos laminados, entre otros. “Esta alta gama ha permitido constituir una valiosa herramienta para el diseño personalizado y una tendencia y búsqueda de lo elegante”, afirma.

Sills agrega que a esos materiales se suman paneles de acero, zinc alum, fibra de vidrio compuesta con yeso y aluminio, mármol o piedra pizarra.